Para comparación, durante 2021 el aumento de precios fue de 50,9%, y al año siguiente del 94,8%. La disminución de reservas líquidas internacionales sería una de las causas de las presiones inflacionarias al otro lado de la cordillera.

La inflación en Argentina no para a pesar de las presiones del Banco Central de la nación sobre las tasas de interés.

Durante abril, el aumento de precios llegó a un 108,8% anual, coronado por las alzas en alimentos y ropa. Estos son 4,5 puntos porcentuales más que en marzo, según informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

En el cuarto mes del 2023, los precios al consumidor crecieron el 8,4 % mensual, acelerándose respecto de la tasa del 7,7 % de marzo pasado, por sobre las expectativas del mercado (7,5 %) según el último estudio del Banco Central Argentino.

Respecto a los bienes, estos tuvieron una variación del 9,1% al mes anterior, mientras que los servicios subieron un 6,6 %, traducido en un alza interanual del 110,9 % y el 103 %, respectivamente.

Vestimentas y alimentos son los más afectados por las subidas de precios

Las mayores alzas registradas en los últimos datos de la institución se dieron en los rubros “prendas de vestir y calzado”, junto con “alimentos y bebidas no alcohólicas”, con un 28,9% y 28,9% respectivamente. A 12 meses ambos han presentado aumentos de un 120,7% y 115%.

También destacan las alzas en “restaurantes y hoteles (35,4 % mensual y 126,6 % interanual); y el “equipamiento y mantenimiento del hogar” (27,3 % mensual y 111,3 % interanual).

Los sectores que tuvieron menores variaciones fueron “educación” (41,3 % mensual y 98,5 % interanual) y bebidas alcohólicas y tabaco (26,9 % mensual y 114,3 % interanual).

Malos números en medio de bajas reservas

Argentina pasa por uno de sus peores momentos para su economía nacional. Solo durante 2021, los niveles del IPC habían mostrado un aumento del 50,9%, para luego acumular una subida del 94,8% durante todo 2022.

Previo a la pandemia, durante 2018 el país había adquirido un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) por US$50.000 millones.

Según información de Perfil, la nación habría gastado todas sus reservas líquidas internacionales más otros US$1.000 millones estimados, en base al análisis de la consultora bonaerense 1816 Economía & Estrategia.

“Menos reservas genera más presión sobre el tipo de cambio, lo que a su vez genera más presión sobre la inflación”, dijo Fernando Losada, director gerente de Oppenheimer & Co.