Tres economistas que formaron parte de la gestión del expresidente, Mauricio Macri, fueron denunciados por "traición a la patria" y que apuntarían a una estrategia que “busca empujar al país al default”.

Ayer martes, las cotizaciones del dólar en Argentina paralelas al tipo de cambio oficial subieron sin freno, algo que el presidente Alberto Fernández endilgó a las operaciones de la “derecha”.

“Es una práctica permanente de la derecha”, dijo Fernández a la prensa, convencido de que esos opositores “instalan rumores a la mañana, operan durante todo el día y cuando termina la tarde, retiran su rentabilidad del mercado cambiario y lastiman de ese modo el ahorro de la mayoría de los argentinos”.

En la plaza informal, la cotización del “dólar blue” -que se vende en el mercado negro y que en la práctica sirve de referencia para los ciudadanos por la imposibilidad de acceder al dólar oficial- aumentó 33 pesos, a un nuevo récord de 495 pesos por unidad, en una corrida cambiaria que va por la segunda semana.

Este miércoles en la previa de la apertura del mercado informal cotizó a $490,00 para la compra y $495,00 para la venta.

“Traición a la patria”

Hernán Lacunza, Alfonso Prat Gay y Guido Sandleris, tres economistas que formaron parte de la gestión del expresidente, Mauricio Macri, fueron denunciados por “traición a la patria”.

Esta acusación se da después de que el gobierno los señalara como responsables de un intento de boicot a la gestión de Alberto Fernández frente al FMI.

El abogado Alejandro Kalbermatten presentó la denuncia luego de que el pasado domingo el director argentino ante el FMI, Sergio Chodos, afirmara que “tres economistas del gobierno anterior” le pidieron a funcionarios del FMI que no brinden asistencia a Argentina hasta que asuma una nueva gestión.

A raíz de esto, desde la presidencia consideran que la estrategia “busca empujar al país al default”.

Tensión cambiaria en Argentina

En Argentina muchos precios de la economía -cerca del 40%- se fijan por la cotización del dólar paralelo y, ante cualquier alteración cambiaria brusca, comercios y empresas terminan aumentando los precios de sus productos y servicios, en momentos en que la aceleración inflacionaria ya es fuerte (104,3% interanual en marzo).

El renovado temblor cambiario se da en un contexto político y económico complejo.

Si el apetito por dólares para cobertura crece normalmente en los años electorales en Argentina, esta vez la avidez por la divisa estadounidense se aceleró faltando seis meses para los comicios presidenciales, alimentada por las fuertes internas en los diversos frentes políticos y las indefiniciones entre oficialistas y opositores sobre qué hacer para resolver los profundos desequilibrios macroeconómicos del país.

Según el economista Gustavo Ber, hay “una creciente percepción de riesgo por parte de los operadores”, que observan que “los desequilibrios económicos resultan cada vez más complejos de administrar en el actual escenario político”.

La escasez de reservas en el Banco Central -con apenas 1.114 millones de dólares de reservas de libre disponibilidad, según cálculos de PPI- se ha visto exacerbada por la drástica caída en el ingreso de divisas por las exportaciones agropecuarias debido a la severa sequía que golpeó a Argentina en la última campaña agrícola.

El limitado poder de intervención del Banco Central sumado a la mayor emisión monetaria impulsan este veloz reajuste de las cotizaciones paralelas del dólar.

FMI

En este escenario, el ministro de Economía argentino, Sergio Massa, aseguró que el gobierno usará “todas las herramientas del Estado” para ordenar el escenario financiero y habló de una “rediscusión” del acuerdo firmado con el FMI en marzo de 2022 para refinanciar deudas con el organismo por unos 45.000 millones de dólares.

“Notificamos al FMI de las restricciones que pesaban sobre la Argentina y vamos a cambiar en la rediscusión del programa”, dijo Massa sobre el acuerdo con metas de ajuste fiscal, reducción de la emisión monetaria y acumulación de reservas que Argentina cada vez tiene más dificultades para cumplir.

Desde el Fondo, un portavoz aseguró que el organismo “avanzan de manera constructiva” en el trabajo con las autoridades argentinas “para fortalecer el programa económico acordado con el país en el contexto de la sequía muy severa”.