Las ayudas económicas entregadas por el Gobierno chileno para paliar el impacto de la pandemia, así como los retiros anticipados de los fondos de pensiones, impulsaron considerablemente el consumo el año pasado, a lo que se suman los efectos de la guerra en Ucrania, según expertos.

La presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, dijo este lunes que el mundo “está experimentando las secuelas de una de las mayores perturbaciones macroeconómicas del siglo”.

Lo anterior, durante su discurso inaugural de la XXV Conferencia Anual del Banco Central “Heterogeneidad en Macroeconomía: Implicancias para la Política Monetaria”.

“En los últimos tres años vivimos uno de los más desafiantes tiempos para los formuladores de políticas”, comentó.

“Los gobiernos y los bancos centrales se vieron obligados a desplegar todo lo que tenían a su alcance para contener las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia”, dijo.

“Últimamente, también para contener las presiones inflacionarias”, señaló por otra parte Costa.

Durante estos años, apuntó, “hemos aprendido que los efectos de la pandemia difirieron significativamente entre economías pero también dentro de hogares y empresas de características heterogéneas”.

“La diferente exposición que tienen los hogares y las empresas afectaron su reacción al shock original y a las diferentes pólizas”, agregó.

Inflación y el Banco Central

Chile alcanzó una inflación de un 7,2 % en el cierre del 2021, la más alta en 14 años.

Esto obligó al Banco Central a tomar medidas inéditas y retirar estímulos monetarios que había aplicado para paliar las consecuencias económicas de la pandemia, en marzo de 2020.

En la misma línea, el último Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó en octubre una subida interanual del 12,8 %.

A este porcentaje lo acompaña una inflación acumulada del 11,4 % en los diez primeros meses del año, lejos del rango de tolerancia que sitúa el organismo entre un 2,4 y un 4,0 %.

Para frenar la inflación, el emisor subió los tipos al 11,25 %, máximo en décadas.

Costa destacó además que el tamaño de las empresas y la distribución del ingreso familiar como “fuentes importantes de heterogeneidad” a considerar.

Lo anterior, a la hora de desarrollar políticas económicas sólidas para enfrentar los escenarios complejos.