Respecto a la inflación, el informe del Banco Central explicó que sigue ligada al "excesivo incremento del gasto" y factores locales y globales, entre ellos, el shock sobre los precios de las materias primas que se acentuó con el conflicto Rusia-Ucrania.

El Banco Central de Chile publicó hoy el Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo de 2022, donde ajustó las proyecciones de crecimiento a la baja.

En diciembre pasado el Banco estimó que la economía chilena crecería entre un 1,5 y 2,5% este año.

Ahora, de acuerdo al informe, la economía crecería entre 1% y 2% en 2022; y entre -0,25% y 0,75% en 2023, mientras que en 2024 se expandiría en torno a su potencial, entre 2,25% y 3,25%.

Dichas estimaciones difieren de las expectativas privadas, las que suponían que tanto el consumo como la inversión seguirían expandiéndose en 2022 y 2023, y que el aumento del PIB se ubicaría por sobre el límite superior del rango previsto para cada año.

Inflación

En el IPoM se destaca que la inflación y sus perspectivas de corto plazo han continuado al alza, anticipando niveles cercanos a 10% para mediados de este año. Se explicó que esta mayor inflación sigue respondiendo, principalmente, “al excesivo incremento del gasto de los últimos trimestres, lo que está teniendo efectos significativos en las familias”.

El instituto emisor sostuvo que este impacto “se ha acentuado en un escenario de importantes presiones de costos, las que han vuelto a aumentar a causa del shock sobre los precios de las materias primas” provocado por la invasión de Rusia a Ucrania.

El Informe indica -además- que resolver los desequilibrios que acumuló la economía en los últimos trimestres “es vital para la convergencia de la inflación a la meta de 3%, siendo fundamental el ajuste del impulso fiscal y monetario, entre otros”.

Coherente con eso, y con un escenario externo menos favorable tras el significativo crecimiento de 2021, “la economía se expandirá a tasas bajo su potencial en 2022 y 2023, con contracciones del consumo privado y la inversión”.

Así, el escenario central de proyección considera que en la última parte de 2022 la inflación comenzará a converger a la meta en el horizonte de dos años.

“El Consejo ha ajustado rápidamente la TPM hasta ubicarla en un nivel contractivo, necesario para contribuir al cierre de la brecha de actividad. Además, estima que, de darse los supuestos del escenario central, estos aumentos serían menores que los realizados en los últimos trimestres”, puntualizó el Banco en el IPoM.