Además, el estudio reveló que un 86% de los encuestados a nivel nacional cree que el mundo se volvió más peligroso en el último año, siendo el miedo a un nuevo desastre natural y el temor a ser hackeados las mayores amenazas percibidas.

La consultora internacional Ipsos lanzó su último informe llamado “Asuntos Mundiales: Amenazas Globales”, en el cual muestra la opinión de más de 22 mil personas en 28 países, con el objetivo de medir la valoración de las amenazas por parte de los ciudadanos de todo el mundo, incluido Chile.

Según el estudio, un 86% de los encuestados nacionales cree que en el último año el mundo se volvió más peligroso, superando el promedio global (82%) y ubicándose en el quinto lugar del ranking, solo por detrás de Colombia (91%), Perú (90%), Corea del Sur (88%) y Estados Unidos (86%).

Ante la consigna “¿Qué tan real es la amenaza de que algunos de los siguientes hechos ocurran en los próximos doce meses?”, el 87% de los chilenos sostiene que nuestro país podría ser afectado por un gran desastre natural, el 79% teme ser hackeado por razones fraudulentas o temen ser víctimas de espionaje; y el 75% teme que se desate un conflicto violento entre grupos étnicos dentro del país. En estos tres parámetros, Chile supera al promedio mundial.

Voluntad de participar en asuntos mundiales

Sobre la realidad económica de Chile, un 80% de los encuestados declara estar de acuerdo a la hora de considerar el libre comercio como algo beneficioso para el país, siendo el tercer mercado latino con el porcentaje más alto por detrás de Perú (86%) y México (84%).

Con respecto a los problemas económicos de los chilenos, un 81% cree que hay que concentrarse más en los asuntos internos y menos en las problemáticas mundiales.

Sobre el rol de Chile en el mundo, un 70% de los encuestados está de acuerdo en decir que tenemos una responsabilidad de ser líderes morales y dar el ejemplo para que otros países nos sigan, teniendo un 11% más que el año 2020.

En relación a los objetivos mundiales, un 76% de los chilenos está de acuerdo en trabajar con otros países en la consecución de objetivos mundiales, incluso “si mi país no siempre consigue exactamente lo que queremos”.