Expertos se sumaron a las advertencias del banco de inversión JP Morgan, y anticiparon desequilibrios financieros asociados a la eventual aprobación de un cuarto retiro de ahorros previsionales.

Son varias las advertencias que han surgido desde el mundo técnico respecto a lo que podría generar en materia económica la aprobación de un cuarto retiro.

Hay aspectos evidentes, como el desahorro de los fondos de pensiones que podrían llegar a perder hasta un 40% de lo que tenían antes del primer rescate de fondos y el impacto en las jubilaciones.

Sin embargo, son los efectos más estructurales los que han hecho ruido hoy dentro del debate en el Congreso. Acá, sobre todo, cabe recordar un mensaje principal del Banco Central, los efectos son acumulativos.

Lo que se proyecta es un impacto sobre el peso. Además de la liquidación de instrumentos, esto provocaría una dolarización de la economía.

Esto se asocia, según el director de la Escuela de Negocios de la Universidad Mayor, Francisco Castañeda a la incertidumbre.

El otro impacto estructural se genera sobre las tasas de interés, que han ido al alza. En el caso del crédito hipotecario, ya son las más altas desde abril del 2020.

De hecho, en el Gobierno han dicho que podrían subir hasta 25%.

Las tasas de interés de largo plazo están siendo golpeadas por el escenario político, aunque el gerente de Estudios de Renta 4, Guillermo Araya desdramatiza el efecto inmediato del retiro, al menos, en el corto plazo.

Lo más preocupante es el efecto sobre el dólar. Pese al buen momento del cobre está por sobre los 780 pesos, lo que impacta en la inflación a través de los bienes importados.

Desde ya, ese sobrecalentamiento de la economía se vería más impactado por el retiro del 10%. El mercado ya está asumiendo que el BC elevará la TPM hasta 2% en diciembre.