En los últimos días algunos usuarios de las redes sociales comenzaron a hacer circular una fotografía de una particular construcción ubicada en la comuna de Santiago, frente a la Iglesia Los Sacramentinos.

Se trata de un edificio que llama la atención por la estrechez de uno de los costados de su fachada.

De acuerdo a un documento difundido para inversionistas, la construcción consta de 10 home studio y “80 unidades de 1 y 2 dormitorios”; y con accesos a calle Santa Isabel, Arturo Prat y Serrano.

La inmobiliaria Think, por su parte, publicó en su sitio que el proyecto está “100% vendido”: en su publicación se aclara que los departamentos más pequeños tienen una superficie total de 25,15 mt2 (10 nano departamentos) y los más amplios, 45,67 mt2.

Las viviendas se comercializaron desde las 2.130 UF ($62,4 millones, aproximadamente).

https://www.athink.cl/
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El cuestionamiento en redes sociales, tras la difusión de la imagen del costado de la fachada más estrecha, radicó en el supuesto tamaño de los departamentos (suponiendo que todos eran del tipo “nano” y con un máximo de 25 mt2); y en la eventual calidad de vida que tendría una persona habitando un proyecto habitacional así.

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Desde Yapo Propiedades comentaron a BioBioChile que la tendencia de los micro departamentos surge de las actuales necesidades de las personas.

“Están principalmente orientados a personas solteras y sin hijos, o simplemente a inversionistas que compran estos inmuebles para arrendarlos”, explicó Claudia Castro, gerente de Clasificados Yapo.cl.

Sin embargo, agregó la ejecutiva, también hay quienes buscan vivir allí permanentemente: generalmente son jóvenes que no poseen presupuesto para optar por departamentos más amplios y priorizan su privacidad antes que compartir un lugar más amplio con otras personas.

“Es un mercado que va en alza en la industria inmobiliaria en Chile, donde constantemente se ofertan y demandan estas propiedades”, señaló Claudia Castro.

Cuestionamiento

En la capital los departamentos de tamaño pequeño se masificaron en Santiago y Estación Central a partir de 2016. También hay proyectos inmobiliarios similares en Nuñoa y San Miguel.

Sin embargo, el principal cuestionamiento es la relación “precio-tamaño”, ya que en general no cuestan menos de $60 millones.

En 2019, desde el mundo político uno de los primeros que criticó este tipo de inversiones fue el diputado Gabriel Boric, aludiendo a la “burbuja inmobiliaria”.

“Esta empresa (Inmobiliaria Armas) se pasó. 60 millones se pesos por un departamento de 18 m2 (más 10 de terraza) en Parque Almagro. Y así va creciendo la burbuja inmobiliaria al amparo de la voracidad de empresas”, redactó en aquella oportunidad en su cuenta de Twitter.