La empresa anunció un protocolo para que las personas que tengan este dispositivo lo puedan devolver a cambio de un reembolso o descuentos en sus productos.
La marca de relojes inteligentes Fitbit, propiedad de la empresa Google, ha retirado del mercado de forma voluntaria cerca de 1.7 millones de smartwatches, en los Estados Unidos y otros países del mundo.
A través de un comunicado, la marca la expresó que “la salud y seguridad de los usuarios de Fitbit es nuestra máxima prioridad. Estamos tomando esta acción por precaución para nuestros usuarios”.
Y agregó: “Este retiro voluntario es específico para los dispositivos Fitbit Ionic. No afecta a ningún otro reloj inteligente o rastreador Fitbit”.
El motivo detrás de esta decisión se tomó luego que varios informes revelaran que el dispositivo puede poner en riesgo la vida de los usuarios, específicamente provocar quemaduras graves.
Según especificó el portal Ars Technica, el problema del aparato de monitoreo deportivo se encuentra en su batería de iones de litio, la que se puede calentar y producir daños al portador.
Por su parte, la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE. UU. (CPSC, por sus siglas en inglés) informó que hay “78 informes de quemaduras en los Estados Unidos, incluyendo dos de quemaduras de tercer grado y cuatro de quemaduras de segundo grado”.
También, la entidad norteamérica mencionó la existencia de 116 reportes generales en los que se establece un “sobrecalentamiento” del aparato.
Respecto a esta situación, la empresa optó por retirar del mercado los productos en venta. Asimismo, puso a disposición un protocolo para que las personas puedan devolver el aparato a la filial más cercana o realizar el trámite a través de Internet.
El smartwatches se lanzó en 2017 y en 2020 se dejó de producir. En Estados Unidos se han comercializado cerca de 1 millón de ejemplares y cerca de 700 mil en otros países del mundo.
La empresa devolverá el dinero integro a los cliente u ofrecerá a cambio descuentos en productos y servicios de la marca Fitbit.
Cabe mencionar que no es la primera vez que una empresa tiene que informar a los usuarios de este tipo de problemas en sus dispositivos.
En 2017, Samsung tuvo que sacar del mercado su smartphone Galaxy Note 7, luego de detectar fallas en su batería que terminó, en varios casos, con la exploración de estos dispositivos.
