Rusia lanzó el martes el proceso para equiparse de un “internet soberano” capaz de funcionar de forma independiente en caso de ruptura del país con los grandes servidores mundiales, pero también para aumentar su control sobre la red.

Estos últimos años, las autoridades rusas no han cesado de estrechar el cerco en torno a internet, bloqueando contenidos y webs relacionadas con la oposición, y también servicios que se niegan a cooperar con ellas, como la plataforma de video Dailymotion, la red social LinkedIn y la mensajería Telegram.

Aunque algunos sectores dicen temer un internet “al estilo chino”, bajo control de las autoridades, los defensores del proyecto lo presentan como la respuesta rusa a las crecientes amenazas en el ciberespacio.

El proyecto de ley, adoptado el martes por 334 contra 47 en primera lectura en la Duma, la cámara baja del Parlamento, incluye una serie de medidas para garantizar el funcionamiento del segmento ruso de internet y protegerlo de posibles ciberataques.

Es, según sus defensores, una respuesta al “carácter beligerante de la nueva estrategia estadounidense en materia de ciberseguridad adoptada en septiembre de 2018″, que señala a Rusia como una amenaza.

Concretamente, el proyecto prevé una “infraestructura que permita asegurar el funcionamiento de los recursos de internet rusos en caso de imposibilidad para los operadores rusos de conectarse a los servidores de internet extranjeros”.

Los suministradores rusos de acceso a internet también tendrán que garantizar la aplicación en sus redes de “medios técnicos” que permitan un “control centralizado del tráfico” para frenar posibles amenazas.

El regulador ruso de telecomunicaciones y medios, Roskomnadzor, deberá suministrar estos “medios técnicos” a los operadores.