El misterioso personaje de rojo parece tener múltiples identidades: Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás, y por supuesto el «viejito pascuero». Usando los misterios de la mecánica de Newton, la relatividad de Einstein y física de partículas, develaremos su identidad secreta, descubriremos que Rudolf debe ser una bestia cyborg extraterrestre y nos sorprenderemos con detalles del trineo ¡que señalan en forma inequívoca que se trata de una nave espacial de tecnología alienígena hiper-avanzada!

El gran enemigo del viejito pascuero es el tiempo. Dado que la Tierra es un mundo aproximadamente esférico que rota sobre sí mismo cada 24 horas, si el viejito usa en forma astuta las distintas zonas horarias y la línea internacional de cambio de fecha dispondrá de un máximo de 32 horas para repartir los regalos a todos los niños del mundo. El problema es que el mundo tiene ocho mil millones de habitantes, de los cuales dos mil millones son niños. Dado que la familia promedio tiene dos hijos, eso significa que el viejito tiene sólo 32 horas para visitar mil millones de casas.

La tierra seca del planeta corresponde a un 29% de su superficie total, o sea 148 millones de kilómetros cuadrados. Ello implica que la distancia promedio de separación entre esos mil millones de casas es algo así como 700 metros. Esto ya es una indicación de lo épico de la hazaña: en sólo 32 horas tendrá que recorrer al menos mil millones de veces 700 metros, o sea 700 millones de kilómetros, lo que es casi tres veces la distancia entre la Tierra y el Sol.

Pero esto es sólo el principio de lo asombroso. Dado que sólo tiene 32 horas para visitar mil millones de casas, eso significa que sólo dispone de 32 horas divididas en mil millones para ir de una casa hasta la otra, o sea apenas unos 100 microsegundos. A esto debemos sumar el tiempo que necesita para encontrar el regalo, meterse por la chimenea, comer galletas, tomar leche y dejar los regalos debajo del árbol. ¿Cómo lo hace? Eso tiene una única solución: ¡el viejito pascuero y Flash son la misma persona! No es una coincidencia que ambos usen un traje rojo; durante la Navidad se cubre el relámpago del pecho y usa barba postiza para despistar. Probablemente Flash/Pascuero deje el regalo en attosegundos; eso me lleva a sospechar que probablemente él participó en los experimentos que fueron premiados con el Nobel de Física 2023. ¡Todo calza!

Flash, ¿el verdadero Viejito Pascuero?
Justice League Unlimited

Sea como sea, para recorrer esos 700 metros entre casa y casa el viejito debe conducir el trineo lleno de regalos acelerando durante los primeros 50 microsegundos y desacelerando en reversa durante los 50 microsegundos restantes. Eso significa que el trineo del viejito pascuero debe alcanzar casi 90 millones de km/h, o sea el 8% de la velocidad de la luz, y soportar aceleraciones 20 mil millones de veces más intensas que la aceleración de gravedad terrestre. Eso implica que el trineo del viejito debe ser una nave espacial de tecnología extraterrestre hiper-avanzada: soportar esa aceleración es una hazaña comparable a detenerse sobre el horizonte de eventos de un agujero negro de 75 masas solares y soportar su tirón gravitacional sin siquiera pestañear. No tenemos nada en la Tierra capaz de hacer algo semejante.

Por otra parte, un trineo con dos mil millones de regalos surcando la atmósfera a un 8% de la velocidad de la luz debería chocar contra el aire de forma catastrófica. Por ejemplo, un asteroide típico impactando la atmósfera a apenas unos 40 mil km/h se volatiliza en una bola de plasma que llamamos una «estrella fugaz». El trineo del viejito debería encender toda la atmósfera terrestre en un plasma mucho más caliente que el Sol, acabando así con toda la vida en la Tierra.

Extinción masiva provocada por viejito pascuero borracho chocando contra la corteza terrestre con una velocidad del 8% de la velocidad de la luz mientras lleva a cuestas dos millones de toneladas de regalos.
Extinción masiva provocada por viejito pascuero borracho chocando contra la corteza terrestre con una velocidad del 8% de la velocidad de la luz mientras lleva a cuestas dos millones de toneladas de regalos. Créditos: NASA / Don Davis

¿Cómo explicar que sigamos vivos después de cada Navidad? La respuesta está en la nariz de Rodolfo el Reno; su brillo rojo es un gran misterio para la ciencia. Algunos astrobiólogos postulan que esta bioluminiscencia nasal proviene de la acción de una enzima similar a la «luciferina»; esto ha llevado a desafortunadas conjeturas conspiranoicas sobre el supuesto carácter diabólico de Rudolf. Nuestra hipótesis va por otro camino: quizás Rudolf es una bondadosa bestia extraterrestre con una nariz prostética cyborg. Su prodigiosa nariz roja puede ser tecnología extraterrestre desconocida, capaz de abrir la atmósfera antes del paso del trineo para no incinerar la vida del planeta.

Esta hipótesis de renos cyborg tiene otra ventaja: permite responder cómo el trineo del viejito alcanza el 8% de la velocidad de la luz. La única explicación para una velocidad tan descomunal es que los nueve renos del trineo sean biomáquinas híbridas con propulsores scramjet relativistas incorporados. Esto quiere decir que lo más probable es que tomen la atmósfera terrestre a través de sus bocas, la aceleren a través de tripas prostéticas de tecnología alienígena y la expulsen finalmente con suma violencia a través de sus orificios traseros.

Rodolfo el Reno Cyborg, icónica montura del viejito pascuero.
Rodolfo el Reno Cyborg | IA

No tenemos datos precisos del tamaño de las mandíbulas de renos extraterrestres, pero probablemente sean similares a los renos terrícolas. Suponiendo que el área de sus mandíbulas abiertas es similar a una hoja de cuaderno, y usando la densidad del aire, concluimos que la única forma de acelerar el trineo hasta un 8% de la velocidad de la luz es si sus «anastasios» arrojan gas a velocidades ultra-relativistas. En efecto, usando las correcciones de la teoría especial de la relatividad de Einstein, concluimos que expulsan gas con una rapidez del 99, 999 999 998% de la velocidad de la luz.

Y arrojan bastante gas: mientras reparten los regalos, ¡debe pasar por sus intestinos prostéticos alienígenas un volumen de aire equivalente a un cubo de seis kilómetros de lado!

Todo esto es asombroso. Para tener una perspectiva, debemos observar que estas velocidades de eyección son mucho mayores que las alcanzadas en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el mayor acelerador de partículas del mundo. Cada protón acelerado por el LHC alcanza apenas 7 TeV (teraelectronvoltios) de energía. En cambio, cada protón expelido por los renos alcanza unos asombrosos 150 TeV, ¡una energía más de veinte veces mayor!

¿Ocultarán las tripas de Rudolf un acelerador de partículas de 150 TeV o un agujero negro microscópico emitiendo enormes cantidades de radiación Hawking?
¿Ocultarán las tripas de Rudolf un acelerador de partículas de 150 TeV o un agujero negro microscópico emitiendo enormes cantidades de radiación Hawking? Créditos: Fermilab, Wikipedia / Reno: Are G Nilsen, Wikipedia / Agujero negro: NASA

Esto refuerza aún más la hipótesis de renos alienígenas cyborg: las tripas de los renos deben ser ¡aceleradores de partículas mucho más poderosos que cualquier cosa que hayamos creado! No descartaría que en sus tripas se encuentre un agujero negro microscópico, o quizás hasta un intestino grueso capaz de contener cantidades enormes de antimateria. Sea como sea, si alguien me pudiera facilitar el contacto de WhatsApp del viejito lo agradecería mucho: le quiero preguntar si arrienda un par de renos extraterrestres. Dependiendo del precio, explorar los límites de la mecánica cuántica estudiando las eyecciones traseras de Rudolf podría resultar mucho más conveniente que crear aceleradores de partículas kilométricos como los del CERN.

Hay un enorme riesgo implícito cada Navidad: para evitar la destrucción mundial le pido encarecidamente que le deje al viejito leche o jugo, y no el tradicional cola de mono. El problema es que dos millones de toneladas de regalos viajando al 8% de la velocidad de la luz poseen una energía cinética enorme. Si se nos emborracha el viejito, pierde el control y se estrella contra la Tierra, liberaría el doble de la energía que la del impacto del asteroide que extinguió a los dinosaurios. Tsunamis de kilómetros de alto arrasarían el mundo, trozos de la corteza terrestre saldrían despedidos hasta la Luna y la vida enfrentaría una extinción masiva catastrófica. Es vital para todos que el viejito esté concentrado, mantenga una mirada segura y su mano firme sobre el volante en estas fiestas de fin de año.
Así que recuerda viejito: si vas a beber, no conduzcas.