Si bien planean migrar todos los sistemas y datos este año, al ser un país tan grande hay regiones en las que se pronostica podrían tardar hasta el 2026.

Esta semana, el Ministerio de Asuntos Digitales de Japón declaró que el gobierno planea dejar obsoletos los disquetes, CDs y MiniDisc que se usaban hasta ahora en las oficinas del país.

Según detalla el medio La Nación, el ministro Taro Kono, señaló que al 2022 aproximadamente 1.900 trámites gubernamentales requieren el uso de estas tecnologías antiguas -y ya obsoletas en gran parte del mundo- lo que dificulta algunos procesos.

Es por esto que el organismo gubernamental se encuentra haciendo esfuerzos por dejar atrás estos métodos que al fin y al cabo son parte de la cultura de oficina del país. El ministerio anunció que dentro de poco se actualizarán las normativas para implementar más servicios online.

Y es que Japón fue uno de los pocos países que -a pesar de su constante avance tecnológico- continuó usando estos elementos para guardar, transferir y organizar información. Especialmente en oficinas gubernamentales y trabajos públicos.

Pero no es primera vez que se aborda este cambio. Desde 2019 que en algunas regiones del país se están actualizando las redes y vetando herramientas como disquetes, CDs y MiniDisc. Sin embargo, Kono señala que el cambio completo planea concretarse finalmente este año.

El gobierno del país no tomó esta decisión sino hasta que Sony, el principal proveedor de disquetes dejó de producirlos hace ya 10 años. Si bien Japón contaba con una gran reserva y reutilizaba muchos de ellos, gradualmente fueron disminuyendo hasta que no pudo aplazarse más el cambio.

¿Por qué en Japón evitaban cambiar los disquetes?

Según informa el medio Xataka, especializado en tecnología, el gran costo que implicaba desechar o archivar la gran cantidad de estos dispositivos, para luego migrar a los nuevos métodos, hacía que el gobierno no priorizara el cambio.

Sin embargo, con el tiempo requirió una mayor inversión usar los disquetes. Las compañías que recibían información en ese formato debían procesar y gestionar los datos por cuenta propia, lo que conllevó aún más gastos.

Además, actualmente recopilar 32 GB de información que se pueden guardar en solo una tarjeta de memoria, un disco duro o en la nube, requiere usar más de 20 mil disquetes.

Así Taro Kono criticó el uso del antiguo método y otros que aún siguen circulando “estoy intentando deshacerme de la máquina de fax, y todavía no lo he hecho”, dijo a la prensa. “¿Dónde se compra un disquete estos días?”, cuestionó también.

El ministro asegura que migrar completamente a los nuevos métodos “ahorrará tiempo y recursos”. Si bien planean finalizar la transición este año, al ser un país tan grande hay regiones en las que se pronostica podrían tardar hasta el 2026.