Esta madrugada SpaceX ha puesto en órbita 60 nuevos satélites como parte de su proyecto de red de internet satelital Starlink. Sin embargo, pese a que esta operación ya se había realizado sin inconvenientes anteriormente, en esta ocasión no todo salió como se esperaba.

Según detalla el sitio especializado Engadget, el propulsor del Falcon 9, cohete que transportaba los satélites, no pudo aterrizar en la plataforma flotante Of Course I Still Love You. Se presume que terminó cayendo al océano.

“Es lamentable que no recuperamos este propulsor, pero nuestra segunda etapa todavía se encuentra en una trayectoria nominal”, dijo la ingeniera de SpaceX, Jessica Anderson.

Aunque la compañía de Elon Musk aún no confirma qué fue lo que sucedió, todo parece indicar que el problema se originó en el final de su encendido de aterrizaje.

En la transmisión en vivo de la misión, se puede ver un destello justo cuando la nave no tripulada debería estar aterrizando en la plataforma. No obstante, no se aprecia el cohete denominado B1059 (minuto 28:00).

Anteriormente, el cohete afectado ya había hecho dos misiones de reabastecimiento de la Estación Espacial Internacional (ISS), había lanzado un satélite espía de Estados Unidos y un satélite de observación de Argentina, además de haber impulsado otra misión Starlink.

A pesar del fallo, SpaceX espera lanzar otros 60 satélites Starlink este miércoles. Si bien el objetivo inicial de la compañía era poner en órbita alrededor de 1.440 satélites para su proyecto Starlink, SpaceX finalmente lanzará 12.000 en total.