Un equipo de científicos ha descubierto la cola cometaria más larga que se haya medido hasta ahora.

Según recoge el sitio especializado New Scientist, se trata del cometa 153P/Ikeya-Zhang, cuya cola tiene una longitud que supera los mil millones de kilómetros.

Esto representa casi el doble que la del cometa Hyakutake, el que poseía el récord de la cola más larga hasta ahora. Para tener una idea, la distancia que hay entre la Tierra y el Sol es de 150 millones de kilómetros, por lo que la estela de 153P/Ikeya-Zhang representa 7,5 veces esta cifra.

Sin embargo, para hacer este gran descubrimiento, los investigadores tuvieron que revisar los datos de hace casi 20 años.

Fue en 2002 cuando la sonda espacial Cassini de la NASA detectó un mayor número de protones mientras viajaba entre las órbitas de Júpiter y Saturno.

Si bien los expertos no tenían una explicación para esto, Geraint Jones, del University College de Londres, y sus colegas, sospechan que estos protones provienen de la cola ionizada de 153P/Ikeya-Zhang.

Cabe señalar que las interacciones entre el Sol y un cometa en órbita pueden hacer que el cuerpo arroje dos tipos de cola. La más conocida es la cola de polvo, la cual se produce a medida que la radiación solar derrite el núcleo del cometa, dejando un rastro de polvo y gas que queda atrapada en la llamada “bola de nieve sucia”.

Pero además existe la cola de iones, la que se forma cuando la radiación ioniza el gas neutro en el núcleo del cometa. En este caso en particular, los protones eliminados del gas de hidrógeno durante la ionización podrían haber sido transportados por el viento solar en la dirección de Cassini.

Pese a la llamativa longitud de la cola de 153P/Ikeya-Zhang, hay que considerar que las sondas espaciales raramente se cruzan con las colas de los cometas. Si lo hicieran más frecuentemente, podríamos tener más datos sobre la longitud promedio de estos cuerpos.