El pasado miércoles 27 de marzo India se unió al grupo de los pocos países del mundo capaces de destruir con un misil un satélite de órbita baja en el espacio.

El hecho fue anunciado por su primer ministro Narendra Modi, quién aseguró sin embargo que no pretendían crear “una atmósfera de guerra”.

Una agencia de investigación militar india, la DRDO, fue la encargada de llevar a cabo la destrucción del satélite indio con un misil lanzado desde una isla frente al estado de Odisha (este), convirtiéndose así en el cuarto país del mundo en lograr esta proeza tecnológica.

La operación, bautizada “Misión Shakti” (“fuerza” en hindi), duró tres minutos.

Arun Sankar | Agence France-Presse
Arun Sankar | Agence France-Presse

Sin embargo, aún cuando la misión fue calificada como un éxito por las autoridades indias, la NASA afirmó que la prueba podría poner en riesgo a la Estación Espacial Internacional y a los astronautas que permanecen en su interior.

Jim Bridenstine, jefe encargado de la agencia espacial norteamericana, calificó la maniobra como “una cosa terrible”, según recoge el sitio especializado Space.

Bridenstine indicó que la NASA ha identificado más de 400 piezas de escombros orbitales luego del evento, incluyendo 60 que superan los 10 centímetros.

La preocupación en la NASA radica en que si bien los restos quedaron muy por debajo de dónde está la Estación Espacial, unas 24 piezas quedaron sobre ella tras la explosión.

Bridenstine sostuvo que muchas de estas piezas que permanecen flotando no son lo suficientemente grandes como para que la NASA pueda rastrearlas, pero que aún así pueden causar daños en otros satélites debido a su tamaño.

Cabe destacar que el anuncio del gobierno indio coincide con la candidatura de Narendra Modi a un segundo mandato de cinco años a las elecciones que empezarán el 11 de abril, y para las que están convocados 900 millones de electores. Los resultados se anunciarán el 23 de mayo.