La Unión Europea se declaró en abierto desafío a las amenazas de Washington contra uno de los organismos claves de las Naciones Unidas. Se trata nada menos que del Tribunal Penal Internacional, que está iniciando investigación sobre los crímenes de guerra que habría perpetrado Estados Unidos sobre otras naciones.

El gobierno de Donald Trump anunció que se aplicarán sanciones severas, incluyendo congelamiento de bienes financieros, sobre los agentes y juristas que participen en tales investigaciones, y también sobre las familias de esas personas.

Esto viene a agregarse a la suspensión de pagos a la Organización Mundial de Salud, a la descalificación de la Organización Mundial de Comercio y a la propuesta de la Unión Europea en las Naciones Unidas para una negociación que ponga fin a la guerra civil en Libia.

Y esta amenaza a las Naciones Unidas y demás organismos enfocados al Derecho Internacional, aparece encajado en una doctrina ultranacionalista que está entusiasmando a los sectores de la ultraderecha internacional… precisamente en momentos en que dentro de Estados Unidos se está desarrollando una crisis social que partió como protesta por la brutalidad policial y el racismo blanco.