Sigue en el mundo la guerra silenciosa y escondida de la que nos enteramos por hechos consumados y anhelos consumidos.

Se trata de la guerra por el dominio económico del mundo, protagonizada por las codiciosas alianzas de megaempresas transnacionales con sus tropas de burócratas y empleados a cargo del Estado profundo de los países.

Escucha la columna de Ruperto Concha: