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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El aumento de ex presidentes condenados por corrupción en América Latina ha llegado a su punto máximo en 2025, impulsado por la judicialización de la política y el lawfare. La corrupción es la causa principal, y expresidentes como Bolsonaro, Uribe y Fernández han sido condenados. Destacan casos como el de Collor de Mello en Brasil, Humala en Perú y Fernández en Argentina. Este año, Bolsonaro fue condenado a 27 años por un intento de golpe de Estado.

Una particular y preocupante situación se viene dando hace años en América Latina, la cual ha alcanzado su peak este 2025. Hablamos del aumento del número de expresidentes condenados por la justicia, fenómeno conocido como judicialización de la política.

Según dio a conocer Statista, la corrupción es la principal causa dentro de estros procesos. Sin embargo, este fenómeno también se nutre de otro factor: el lawfare, que es el uso de los tribunales con fines políticos en sociedades marcadas por la polarización, para desacreditar o neutralizar a líderes incómodos.

Infografía: Aumenta el número de expresidentes condenados por la justicia | Statista Más infografías en Statista

Señalar que entre 2020-2025, América Latina ha visto un aumento en los exmandatarios condenados por la justicia, y este año en particular ha concentrado el mayor número de ellos, teniendo por ejemplo al expresidente brasileño Jair Bolsonaro, el expresidente colombiano Álvaro Uribe y la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner condenados por la justicia.

2025, un año turbulento

En abril de este año, el expresidente de Brasil Fernando Collor de Mello (gobernó entre 1990 y 1992), fue detenido después de que un juez del Tribunal Supremo decretara su ingreso inmediato en prisión para cumplir una pena de ocho años por corrupción y lavado de dinero por su complicidad en el desvío de recursos de la distribuidora de combustibles estatal BR.

Ese mismo mes, el exmandatario de Perú, Ollanta Humala, fue declarado culpable de lavado de dinero y condenado a 15 años de cárcel. La justicia del país determinó que el exmandatario había aceptado fondos ilegales del entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y de la constructora brasileña Odebrecht.

Ya en junio, la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández, fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación política perpetua por corrupción, puntualmente por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado por la llamada “causa Vialidad”, en la que se le acusó de haberse adjudicado obras públicas, mediante la creación de una empresa a su nombre, en la provincia patagónica de Santa Cruz, el bastión de los Kirchner.

En agosto de este año, el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, fue condenado a 12 años de prisión por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos tras haber sido acusado de tener vínculos con grupos paramilitares.

Y finalmente, en septiembre, el exmandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, fue condenado a 27 años y 3 meses de prisión por participar en un intento de golpe de Estado, tras haber perdido las elecciones presidenciales de octubre de 2022.