Una variante del cuentacuentos que conecta este género escénico con la educación para niños aporta el trabajo de Andrea Seguel, actriz, pedagoga teatral y especialista en narración oral.

Durante sus siete años de trayectoria, tanto en Concepción, de donde es oriunda, como en Santiago, se ha dedicado a mezclar el denominado teatro aplicado con lo educativo, en obras como “El mago Merlic” y “Un amigo bacán”.

“Donde viven los monstruos” es una adaptación libre de Andrea Seguel, a partir del cuento homónimo de Maurice Sendak (1928-2012), ilustrador y escritor de literatura infantil estadounidense, que incluye el cambio del personaje central del relato de niño a niña.

Simona es la protagonista: una muchachita rebelde que, por portarse mal, su madre la deja si comer como castigo; pero como también es dueña de una imaginación desbordante, como respuesta a la reprimenda, decide viajar al mundo de los monstruos.

“Incentivar la imaginación y el imaginario, estimular y potenciar la creatividad de niños y niñas es lo más importante en mi trabajo”, afirma Andrea Seguel, actriz y pedagoga teatral.

Visualidades y sonidos

¿Sobre qué conceptos instalas tu propuesta de conectar lo escénico con lo educativo?

“En mis clases uso los cuentos para estimular la educación y el teatro en niños y niñas: para eso trabajo con diversas visualidades y sonidos. Las ilustraciones y dibujos forman parte del sello de mis relatos.

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“También me interesa el diseño de espacio. En el relato ‘En los ojos de Luciano’, con la cia. Trazadores en Ruta, un proyecto en desarrollo, trabajamos la espacialidad, las maquetas de teatro y la educación.

“Mi referente artístico es el japonés Hayao Miyazaki, fundador del Studio Ghibli de cine animación, creador de heroínas con sus lados oscuros”.

Emociones y placeres

¿Qué rol juega lo emotivo en tus narraciones?

“Recurro a las emociones porque son referentes fundamentales para llegar a los estudiantes… Pero no para que controlen sus emociones, sino para que las sientan y las canalicen. Cada personaje tiene un rasgo: rabia, pena… y no siempre están felices o tristes… Todas esas emociones son válidas.

“Al trabajar con el imaginario infantil y potenciar la creatividad busco que los niños y niñas viajen y sientan el placer sensorial del relato, a través de los sonidos, los dibujos y las ilustraciones que se muestran.

Llama la atención que en el relato la mamá castigue a su hija dejándola sin cenar…

“El sentido negativo lo representa la actitud de la madre. Sin embargo, Simona -como respuesta al castigo que recibió- decide viajar al mundo de los monstruos, algo que no considera negativo ya que se imagina ser un monstruo. Al revés: en ese mundo ella se siente una reina y dice controlarlo todo”.

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También se muestra a Simona como heroína individual ¿en qué queda lo colectivo?

“En la primera infancia los niños necesitan identificarse con lo individual y la obra busca que ellos lo entiendan y participen desde este imaginario.

“Mi adaptación, al poner a una niña como protagonista, destaca el feminismo dentro del proceso. Por otra parte, Simona, luego del reto, enfrentarse a su mamá y vivir con sus monstruos, finalmente recuerda el cariño de ella y regresa a su casa”.

DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS

Dramaturga e intérprete: Andrea Seguel.
Adaptación del cuento homónimo de Maurice Sendak (EE.UU).
M100 (plataforma Zoom y Youtube)
Única función: Domingo 8 de agosto, 12.00 horas.
Acceso gratuito previa inscripción en este enlace