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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El ganador de Eurovisión 2024, Nemo, devolverá su trofeo como protesta por la participación de Israel en la edición 2026. Tras la ratificación de Israel en el concurso en la última asamblea de la UER, cinco países anunciaron su retiro. Nemo, reconocido por ser no binario, argumenta que la presencia israelí contradice los valores de Eurovisión al suavizar la imagen de un Estado acusado de actos indebidos. En un mensaje en Instagram, expresó su desacuerdo y enviará el trofeo a la sede de la UER.

Nemo (26), el ganador de Eurovisión 2024, anunció que devolverá su trofeo a raíz de la participación de Israel en la versión 2026 del festival.

Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, las críticas a los organizadores por permitir la participación de los cantantes israelíes se ha intensificado con los años. En la última asamblea general de la UER, celebrada la semana pasada, se ratificó la permanencia de Israel en la próxima edición de Eurovisión, que se celebrará en Austria.

Tras la votación, cinco países ya han anunciado que no estarán presentes en el concurso: España, Irlanda, Eslovenia, Países Bajos e Islandia.

Nemo, quien ganó la competencia con su canción “The Code”, pasó a la historia como el primer músico abiertamente no binario en ganar Eurovisión. A su juicio, la presencia de Israel en Eurovisión 2026 “muestra un claro conflicto entre esos ideales y las decisiones tomadas por la UER”.

“Esto no se trata de individuos o artistas. El concurso ha sido utilizado repetidamente para suavizar la imagen de un Estado acusado de actos indebidos, mientras desde la UER se insistía en que Eurovisión ‘no es político"”, dijo en Instagram, donde también publicó un video con el “Micrófono de Cristal”, máximo reconocimiento de Eurovisión.

“Si los valores que celebramos en el escenario no se viven fuera de él, incluso las canciones más bonitas pierden su significado”, dijo sobre los motivos sobre su decisión.

Nemo enviará al trofeo a la sede de la UER en Ginebra. “Siempre estaré agradecido a la comunidad eurovisiva, a los fans que votaron, a los artistas con los que compartí escenario y a la experiencia que me formó como persona y como artista. Esta decisión surge de la preocupación por los valores que Eurovisión promete, no del rechazo a quienes la hacen especial. La música nos sigue conectando. Esa convicción no ha cambiado”, dijo.