Vestida completamente de negro (con tacos, túnicas y una mascara del mismo tono), Kim Kardashian otra vez se convirtió en una de las protagonistas de la Met Gala.

El traje, obra de Demna Gvasalia, director creativo de la marca Balenciaga, ha dividido a los seguidores de la modelo: mientras algunos valoraron la osadía, otros simplemente rechazaron la enigmática propuesta.

Agence France Presse

Además de una larga cola que seguía sus pasos en la alfombra roja, el atuendo cubría cada centímetro de su piel, incluida cara y dedos de sus manos.

El guiño de la influencer no es al azar: se trata de uno de los últimos diseños de la firma fashionista, además de una de las referencias estéticas de “Donda”, el nuevo disco de Kanye West, su exesposo, con quien Kardashian ha colaborado explícitamente en sus presentaciones en público.

Horas antes, en su arribo a Nueva York, Kardashian dejó pistas sobre cómo sería su look para la Met Gala: al inmueble, llegó vestida completamente de cuero negro, con abrigo, botas, guantes y máscara.

Esta no es la primera vez fue Kim Kardashian causa controversia en la Met Gala: en la última década, los atuendos de la socialité se han vuelto uno de los pasajes más esperados de la cita organizada por el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

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