Daniel Avshalomov, violista del American String Quartet, uno de los cuartetos de cuerda más aclamados del mundo -y que cumplió 45 años en 2019- se encuentra en nuestro país, participando del Festival Internacional de Música Portillo 2020. Durante 10 días, él y su agrupación dictan masterclasses y guían a los más de 50 alumnos latinoamericanos que buscan perfeccionarse e inspirarse en medio de las montañas.

Llevan más de 45 años tocando juntos. Daniel Avshalomov, violista, formó un cuarteto de cuerdas cuando era apenas un estudiante en Juilliard -la distinguida escuela de artes- junto a Laurie Carney, violinista, quienes se mantienen en el grupo hasta el día de hoy. En el camino se integró Peter Winograd en el primer violín y más recientemente Wolfram Koessel en el violonchelo. Esa es la conformación actual del American String Quartet, quienes cuentan con una amplia experiencia en música de cámara, con cientos de presentaciones alrededor del mundo.
Avshalamov, quien ha sido testigo de la evolución del cuarteto desde sus inicios, trae toda su experiencia al Festival Internacional de Música Portillo, donde le entrega herramientas a los cuartetos de cuerdas integrados por estudiantes. Sabe que no es fácil llevar una carrera profesional en el área de la música, por lo que destaca la aproximación holística e integral que ofrece este festival.

“Raramente he visto que un festival de música se preocupe por todos los aspectos de la carrera musical de sus alumnos. La mayoría sólo necesitan estudiantes para armar sus orquestas y con eso es suficiente. Tratan de enseñarles tanto sobre música en tan poco tiempo, que cualquier otro aprendizaje queda fuera. Al final de la experiencia, vas a haber aprendido mucho sobre música y a tocar muy bien, pero nada más”, explica el violista.

El Festival Internacional de Música Portillo incluye masterclasses con profesores de nivel internacional, pero además ofrece talleres de coaching y liderazgo -que buscan entregar herramientas para concretar sus sueños y mejorar sus dinámicas de grupo-, además de yoga para ejercitar el control corporal y técnicas de respiración.

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El aprendizaje de este tipo de herramientas es valorado por Avshalomov, quien ha visto su importancia a lo largo de su carrera: “Tengo claro que muchos de los alumnos del festival quizá no van a llegar a ser músicos profesionales, o incluso seguir en la música a futuro. Pero eso no quiere decir que fallamos como profesores, porque aquí les enseñamos sobre la disciplina, que es una habilidad que pueden aplicar en cualquier cosa que hagan más adelante”

En su experiencia, ¿qué tan importante es la preparación física y emocional en la carrera de un músico?

“Ambas áreas son muy importantes. Por ejemplo, el violín es un instrumento muy difícil de tocar porque implica sostenerlo en una postura que no es natural. Si practicas varias horas al día, no te das cuenta del esfuerzo que hace tu cuerpo, pero es cansador y puede causar lesiones. Y creo que lo más importante para hacer más natural estos movimientos es la respiración. Te permite hacer fluir los movimientos y estar consciente de tu propio cuerpo, de escucharlo. Hay que tener buena musculatura también, por eso todos en el American String Quartet hacemos algún tipo de ejercicio”.

“Sobre el control emocional, creo que hay personalidades que funcionan mejor en el contexto de la música de cámara. Tienes que tener tus propias opiniones, pero también saber respetar las del resto. Es importante aprender a negociar, a probar lo que proponen tus compañeros e interpretarlo con la misma convicción, como si fuera tú propuesta. Y tampoco puedes hacer música si no tienes emociones intensas sobre lo que estás tocando, porque recurres a tus emociones para interpretar.”

“También es necesario tener control sobre tu ego. Muchas veces pienso que, si argumento lógicamente un punto, todos creerán que es una buena idea y que hay que seguirla. Pero la verdad es que la música no siempre sigue una lógica. Eso lo aprendí de mis colegas y espero poder enseñárselo a los jóvenes del festival también, porque es una valiosa lección.”

¿Cómo lo hacen para mantenerse juntos, tocando durante tantos años? ¿Qué recursos utiliza para que el grupo se mantenga unido?

“¿Sabes qué es muy importante? Tener un buen sentido del humor. Tocar en un cuarteto por tanto tiempo es como estar en un matrimonio de muchos años. Las parejas que llevan casadas mucho tiempo siempre te dicen que se vuelven locos, que a veces quieren matar a la otra persona, pero que al final del día, se hacen reír mutuamente. Eso nos mantiene unidos y nos permite hacer críticas de buena manera y que sean bien recibidas. Es algo que quiero enseñarles a los alumnos y espero que puedan aplicarlo en sus carreras musicales”.