Un poeta-rapero, un trovador, un rapero-mc y un poeta-oral son los cuatro amigos artistas que organizaron para manifestarse a través del EP El reloj de los sueños, con su agrupación Artesanos del verbo.

En respuesta a las movilizaciones que ocurren en todo el territorio nacional, los penquistas optaron por reunirse en una plataforma de trabajo que los agrupara como cultores de la palabra, y como su primer objetivo, y un trabajo fuertemente organizado, solo en cuatro días gestaron su trabajo musical, el cual debutó este jueves a través de todas las redes sociales.

Artesanos del verbo está compuesto por Tito Bruno, (Parley, What The Funk Discogollos) cantante de música rap Sady Daniel Ramírez, (Veleros de sol, ¿Dónde está la fauna?) músico compositor y estudiante de canto coral; Jaime Suarez (Hualpén Suarez Tinkus V), profesor de inglés, traductor y liricista. Además de Nicolás Barría, poeta patagón, profesor de español y liricista clásico de los coros JIP Kamerkoor de Utrecht y el Coro Nacional Estudiantil de Ámsterdam.

Christopher Quevedo
Christopher Quevedo

dsc_0350

Los miembros de la agrupación compartían desde hace un par de años la pasión por la música, y desde sus distintos ritmos tenían un mensaje en común que entregar, el que apremiado por la contingencia supo cómo materializarse. En las palabras de Barría son “nombrar y cuidar con arte los mensajes del Chile profundo que reclaman por una transformación del actual sistema, aportando desde el arte, soluciones para una superación de la herencia dictatorial y comenzar a construir las bases pacificas para una verdadera democracia”.

El reloj de los sueños

El disco de corta duración cuenta con cuatro canciones interpretada por cada uno de los miembros, en las cuales destacan las particularidades de cada uno, en la poesía oral, el rap, el reggae y son mezclados con sonoridades que los articulan en los hechos que aquejan a la sociedad chilena.

La carátula surgió a partir de una fotografía del explorador y fotógrafo naturalista Benjamín Encinas quien la capturó el día del incendio de Sodimac en Concepción, en ella se puede apreciar la presencia del Campanil de la UdeC, y una tormenta de humo a sus espaldas.

Benjamín Encinas
Benjamín Encinas

El concepto del trabajo se realizó en jornadas maratónicas durante cuatro días, y apunta a que “no nos queda mucho tiempo, la tierra avisó ya, las mujeres avisaron, los pueblos originarios avisaron, y ahora el pueblo de Chile está avisando”.

“El disco es una manifestación de protesta y conciencia respecto de los acontecimientos que actualmente están sucediendo. Busca poner en palabras, utilizando diferentes estilos, aquellos mensajes contemporáneos e históricos que puedan explicar el fundamento de esta lucha justa”, explicó Barría.

Para Tito Bruna, el EP suma una gran importancia: “en él buscamos resumir en cuatro obras lo que todos vivimos, las desigualdades, la injusticia, la represión, la forma violenta en cómo se nos trata por manifestarnos y las peticiones que exigimos, esto a la vez se convierte en un llamado a no bajar los brazos y a seguir despertando”.

EL liricista Jaime Suárez destaca la forma de contribuir de cada uno de los miembros con lo que atañe hoy en Chile. “Aportar desde el oficio con una obra que describe a través de una serie de reflexiones y acusaciones sobre la tragedia social, en un idioma auditivo, entre las ollas y los sartenes y el ruido que se cuela y se mezcla con la comunicación entre humanos con un voto a la Paz”, explicó.

“Quisimos recuperar la memoria que está detrás de las luchas sociales, porque lamentablemente lo que estamos viendo hoy se vivió, de otra forma, pero ya pasó y la generación nuestra tiene muchísimo todavía que aprender, eso queremos transmitir”, agregó Suarez.

Una conexión genuina

Sady Ramírez resume la experiencia de creación del disco como una consagración de ideas que se venían cultivando junto a los otros miembros anteriormente.

“Hemos vivido experiencias que me han ayudado a seguir adelante y de no haberlos conocido (al grupo), estoy seguro que no estaría aquí expresándome de la manera en que lo hago; siento que en este disco se aglutinan todas las ideas por las cuales hemos trabajado durante nuestros despertares más importantes”, confiesa el trovador.

“Es una demostración de que los artistas debemos organizarnos, en bandadas, abrir nuestra visión del arte individual y de autoconsumo, hacia una mirada social, política y pedagógica de los procesos sociales”, expresó Ramírez.

Durante esta y las siguientes semanas el Artesanos del verbo estará mostrando su trabajo en diferentes lugares, incluidas marchas, festivales, conciertos en colegios, institutos y universidades, todo con el objetivo de seguir educando y fortaleciendo el movimiento.

“Somos pacifistas y sabemos que detrás de tanta violencia hay personas que disfrutan del dolor ajeno y consideramos que lo mejor que podemos hacer es alimentar la utopía, el sueño de vivir en paz, y para ello es necesario llegar al fondo del terror que se filtra en todas las dimensiones de nuestras vidas”, concluyó Nicolás Barría, sobre el camino que buscan seguir como conjunto.

Escucha aquí el EP.