Uno de los pasajes de "Un Verdor Terrible" (Anagrama) se inmiscuye en los orígenes del cianuro y la historia de MP Prasad, un joven indio que alcanzó a escribir sobre su ingesta segundos antes de morir.

Uno de los relatos que causa más debate sobre “Un Verdor Terrible”, el exitoso libro del escritor chileno Benjamín Labatut (el mismo que estuvo preseleccionado en el prestigioso galardón Booker Prize Internacional en 2021), es el dedicado a los orígenes del cianuro.

“Por estas páginas desfilan descubrimientos reales que forman una larga cadena perturbadora”, adelanta la descripción de Anagrama, sello editorial catalán que publicó el libro de ficción (basado en hechos reales) en español.

“El primer pigmento sintético moderno, el azul de Prusia, creado en el siglo XVIII gracias a un alquimista que buscaba el Elixir de la Vida mediante crueles experimentos con animales vivos, se convierte en el origen del cianuro de hidrógeno, gas mortal que el químico judío alemán Fritz Haber, padre de la guerra química, empleó para elaborar el pesticida Zyklon, sin saber que los nazis acabarían utilizándolo en los campos de exterminio para asesinar a miembros de su propia familia”, agrega Anagrama.

En este pasaje, Labatut recoge la historia de MP Prasad, un orfebre de Palakkad (India) que se suicidó a los 32 años mediante el mismo compuesto químico a principios del siglo 19. Por su trabajo, el artesano pudo adquirirlo sin mayores problemas.

¿Cuál es el sabor del cianuro?

Junto al cadáver, tal como dicta el relato de ficción, fue encontrada una carta suicida donde describía el sabor y parte de sus efectos: un breve texto que adquirió relevancia histórica debido a las características letales de la sustancia, tan rápida y efectiva que en la mayoría de los casos inhibe cualquier intento de prosa.

Antes, no fueron pocos los científicos que intentaron escribir sobre dicha sensación perdiendo la vida en el acto.

“Los efectos del cianuro son tan rápidos que sólo hay un relato histórico de su sabor, escrito a principios del siglo XXI por MP Prasad, un orfebre indio, de treinta y dos años, que logró escribir tres líneas después de tragarlo”, cuenta el chileno en “Un Verdor Terrible”, tal como reproduce el portal India Today.

“‘Doctores, cianuro de potasio. Lo he probado. Me quema la lengua y tiene un sabor acre’, decía la nota que se encontró junto a su cuerpo en la habitación de hotel que había alquilado para quitarse la vida”, añade.

El libro rescata también el testimonio del hermano de Prasad, Pradeep, quien relata que la víctima sintió curiosidad por el cianuro después de leer un libro de Dr. James Vadakkumcherry, excriminólogo de la policía de Kerala.

Según el doctor PB Gujral, quien realizó la autopsia del cuerpo de Prasad, la cantidad de cianuro que ingresó al cuerpo podría estar solo por debajo de los 10 mg. Esa podría ser la razón por la que Prasad pudo escribir algunas líneas antes de morir.

Desde entonces, sus descendientes han buscado que la medicina acredite su aporte a la investigación científica. Hoy, no existen registros oficiales de su descubrimiento.

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“Un verdor Terrible” | Anagrama