La idea de la libertad, de estar y sentirse sin amarras al momento de la creación artística y que la imaginación en estado puro tiña el lienzo y la vida de todas las personas se asocian con naturalidad al trabajo del artista chillanejo Cristián Bravo Carrera (1964-2009).
Una trayectoria que “Los Juegos de la Imaginación” recoge de fuentes primarias en un libro que será presentado virtualmente desde Chillán para todo el país, en homenaje, rescate y revaloración de una obra visual donde los colores estallan, junto con transportar historias con hondo sentido escénico.
El título del libro es el mismo de la exposición que el artista no alcanzó a realizar en la sala Marta Colvin, de la Universidad del Bio Bio de Chillán. Cristián Bravo Carrera, el Chincha, fallecido a los 44 años de edad -la culminación de una insuficiencia renal, luego de nacer con un único riñón- es retratado con cariño y admiración en este proyecto ganador de un Fondart Regional, cuya responsable es Natalia Jara, sobrina del artista.
Colores e historias
Con un formato de 25 por 25 centímetros, “Los Juegos de la Imaginación” tiene cinco capítulos: La Tragedia (despedida y muerte); La Amistad (semblanzas de amigos, amigas y familiares); Colecciones (sus pinturas); La Obra (comentarios especializados); y La Vida.
El análisis técnico pictórico lo aportan Julio Utreras, profesor de artes visuales y pintor chillanejo; Evelyn Rozas, escultora; y el pintor Reinaldo Aliaga.
Definen su estética como naif, “de cierta inocencia en la forma de querer expresar algo espontáneo y natural”, donde prevalece el humor y en el que se destaca un “colorido brillante, el dibujo y su expresión”, a través de formas distantes de lo académico, “privilegiando la expresión y los relatos”.
Sus obras, afirman, están “llenas de historias” y expresan “emociones y sentires humanos, en composiciones en que se fusiona un entorno muchas veces onírico y la ficción”.
También coinciden en que la simbología aparece como una constante en muchos cuadros donde el Chincha se autorepresenta “en caballos alados, perros azules” y en el mundo circense; y en las luciérnagas, hadas, libélulas, mariposas y gente que vuela para aludir a los compradores de sus cuadros con quienes entabló gran amistad.
Comentan que sus lienzos de grandes dimensiones también valoran el erotismo en las mujeres y los volúmenes femeninos extra grandes, en oposición a los estereotipos de mujeres rubias y delgadas de la televisión; junto con combinar la alegría y la bondad con visiones apocalípticas.
“Su obra es carente de odio, pero contiene mucho mensaje irónico que se basa en la rabia, en la manera en cómo compone su historia, donde hay elementos de realismo mágico e inocente”, plantea a su vez Ximena Godoy, actriz de Chillán y muy cercana a Cristián Bravo.
Así, además de ser definido como “una persona muy creativa, con mucha imaginación, cercano y sensible” quienes lo conocen subrayan que “existía una coherencia total entre su obra y su persona”, todo registrado y sintetizado, luego de ocho meses de intenso trabajo, según recuerda Natalia Jara.
Intimidades pictóricas
A menudo los proyectos varían durante su desarrollo ¿Cómo fue está experiencia?
“Efectivamente, al inicio queríamos un libro de imágenes, más enfocado en la obra pictórica, y que el texto acompañara ese proceso, pero las entrevistas realizadas nos sugirieron reorientar el trabajo hacia lo biográfico, un factor ineludible para entender la obra de Cristián, aunque siempre lo fundamental fue rescatar su pintura”.
¿Lo íntimo prevalece en este registro?
“También se alude a la visión que tenía del arte y la cultura, una mirada donde era fundamental la actividad colectiva, como lo experimentó tanto en Valparaíso, donde estuvo estudiando, como en Chillán, además de su optimismo por la vida y las personas, su permanente actitud colaborativa, su capacidad para unir grupos y su humor negro.
“Las entrevistas registran también la valoración y confianza que tenía respecto de las miradas de las otras personas, la forma directa de abordar los conflictos: los entrevistados son antiguos amigos y amigas, hermanos y hermanas, y artistas que se vincularon de manera personal”.
¿Qué recuerdos personales conservas?
“Tuvimos una relación muy cercana cuando estudiábamos o compartíamos distintos temas, sobre pinturas, cosas de la universidad. Pero no era de andar dando consejos.
“Todo le llamaba la atención. Se veía en su forma de ser y pensar, de ver los problemas desde lo espiritual, lo metafísico, desde el conocimiento de las ciencias exactas. Son señales de libertad, de apertura, de conocimiento y desarrollo. Y también le gustaba vender sus pinturas. Y vendió hartas”.
LOS JUEGOS DE LA IMAGINACIÓN
(Proyecto Fondart Regional 2019)Autor: Miguel Lagos Vargas, periodista
Editor: Jorge Díaz Arroyo
Diseño: Rodrigo Rojas Sandoval
Fotografías: Camilo Jara
Productora: Nataiia Jara
Lanzamiento: Youtube y Facebook. Miércoles 21 de julio, 12.00 horas.
