El perfil sofisticado y la casi ausencia del humor son rasgos de “I Mostri”, la versión libre que Marco Antonio de la Parra hizo de la cinta homónima italiana de 1963, montaje chileno en el que destaca el trabajo del director Daniel Marabolí (“Inferno”, “Fin”, “Ithaca”, “Bitácora sonora”).

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

Aunque la propuesta teatral y la película tienen como referencia temática lo social, la comedia cinematográfica de Dino Risi (1916-2008, director también de “Il sorpasso”, 1962) expone las inconsecuencias masculinas con un tinte neorrealista, en contextos cotidianos y sencillos.

Y, lo más importante, hace reír abiertamente, en sordina o con una mueca con su humor negro lleno de agudeza y profundidad, desde el contraste a lo absurdo, lo que se manifiesta en distintos grados en sus veinte episodios, siempre a partir de la evidencia de las imágenes sin comentarios.

A su vez, la opción contemporánea de Marabolí contempla el uso predominante de recursos lumínicos, visuales y sonoros de amplio despliegue, técnica que ha ido sintetizando y perfeccionando en lo tecnológico y dramatúrgico hasta convertirse en su perfil creativo.

Mezcla multipolar

La selección de episodios de la cinta y los textos de Marco Antonio de la Parra sobre los cuales se asienta la obra teatral también buscan aproximarse a la multipolar mezcla de apariencias, buenas intenciones e hipocresía que inundan las costumbres masculinas de las sociedades de hoy.

Bucean tratando de configurar a los monstruos actuales y cómo se manifiestan y replican en las multitudes y a nivel individual, no sólo en el fuero interno sino también como expresión sicológica masiva.

El primer antecedente que proyecta el montaje es el luminoso vestuario de los actores que se instalan en el fondo del escenario y que funcionarán a manera de coro de espalda a sendos casilleros-pilares blancos: su desparpajo y corporalidad ansiosa aluden esta vez a lo cambiante e inestable y que todo será posible.

I Mostri
Maximilian Viveros

En este escenario abierto, la compleja maquinaria tecnológica-teatral también cumple una función muy destacada ya que irá construyendo el universo sonoro de la obra que se acoplará a la kinética actoral e, incluso, con sus operadores dialogando con el elenco.

Entonces, esta cercanía a una especie de hiper realidad, enfatizada por un diseño onírico y colores exagerados, contrastado con un gorro común con visera, deja una sensación de fuerte arribismo social, mientras que lo hedónico, entendido como placer excesivo y excluyente, asoma en la sesión de acicalamiento y el protagonismo de los focos de luz.

Elegancia y engaño

La masculinidad estereotipada, asociada a todos los vicios del mundo (manipulación, mentiras, traiciones, fraudes, soberbia, entre otros) es un rasgo de la película italiana y de la producción teatral chilena.

Con el hombre y todo su poder en el centro de la sociedad, dibujado en piedra, pero esculpido con herramientas que no dan cabida a la compasión.

Directa o indirectamente lo masculino es asociado a sujetos muchas veces elegantes en actitudes de engaño, saltándose las reglas y/o reclamando con furia porque otros no las respetan.

Esto puede verse en la relación malsana con un hijo, en engañar a la esposa y a la amante; tener una conducta fanática y aprovechadora con el más débil en lo religioso, deportivo o económico, o arroparse con la vanidad y el arribismo, todo lo cual erosiona la comunidad humana.

En este sentido, el tutú femenino en la cintura de uno de los actores, tal vez, sea un símbolo elegido a propósito, una pequeña muesca para aludir a una fisura que está rompiendo el férreo contexto masculino.

Risa o carcajada

En este vibrante paisaje que el director construye, a partir del aporte predominante de los recursos sonoros, musicales, visuales y performativos… el humor se percibe de manera muy esporádica.

Así como la película es rica en desarrollar situaciones de comedia que provocan la risa al evidenciar el contraste entre los elementos que la componen, la producción nacional llega al público por su arista más expositiva y reflexiva sin abrir de golpe la cerradura que abre esa emoción de la cual puede surgir la carcajada, la sonrisa o la simple sorpresa festiva.

I Mostri
Maximilian Viveros

I Mostri

Adaptación: Marco Antonio de la Parra (versión libre de cinta homónima de Dino Risi)
Dirección y dramaturgismo: Daniel Marabolí
Elenco: Nicolás Pavez, Juan Pablo Peragallo, Juan José Acuña y Linus Sánchez
Diseño integral: Ismael Valenzuela y Claudia Yolín
Composición musical: Damián Noguera
Diseño sonoro: Daniel Marabolí y Damián Noguera
Realización de vestuario :Jota Etchepare
Asistencia técnica: Víctor Ruiz
Producción artística: Sergio Gilabert
Asistencia de producción: Javiera Barrientos
Apoyan Be It y Asociación Cultural Italiana
Patrocinio: Escuela de Teatro Universidad Mayor
Coproducción: Teatro Finis Terrae e Instituto Italiano de Cultura-Santiago (c) 2022
Producción ejecutiva: Teatro Finis Terrae

Sala Finis Terrae
Pocuro 1935
Miércoles, jueves y sábado 20.30 horas; domingo 19.00 horas.
Entrada general $ 12.000, adulto mayor $ 7.800, estudiantes $ 6.000. Ticketplus.
Hasta 3 de septiembre 2022.