Aunque es un grupo musical que siempre ha utilizado recursos teatrales y visuales en sus presentaciones y videos, esta vez Sexual Democracia irrumpió con una multitud de medios que pone al servicio de “Hibernashow”, desafiando aquello que “menos es más”.
Comics, dibujos, stand up, alusiones irónicas a la contigencia social, imágenes populares de televisión, testimonios de músicos y un arsenal de recursos digitales mezclan, difuminan, colorean, distorsionan, quiebran y dinamizan la entrega de las canciones, la música y el rock.
De alguna manera, todo gira alrededor de un chileno de clase media baja que Miguel Barriga perfila y que presenta como súper héroe venido a menos, con mascarilla llena de parches y sin derecho a beneficio alguno… porque es un ¡invulnerable!
La producción fue grabada desde sus encierros por los miembros de la banda (Milton Bitelbick, teclados, programaciones bases; Fernando Antil, guitarra; Mario Barrueto, batería; Claudio Bravo, bajo; y Miguel Barriga), material que se mezcló con diversas colaboraciones, editadas en una compleja post producción.
Emprendimientos pandémicos
Un ambiente global multicolor y multiforme predomina en los cincuenta minutos de imágenes que, en su estructura, privilegia lo espontáneo y la opción de no amarrarse a reglas de desarrollo lineal ni a restricciones temáticas.
A su vez, el perfil popular de “Hibernashow” está inserto en una mirada irónica que denuncia y divierte, que toma posición a favor de los no privilegiados y propone alternativas de emprendimientos para enfrentar la pandemia.
Aplanador de curvas-rectas (“no sólo estamos acabando con la enfermedad, estamos eliminando los enfermos), prestamista de AFP, reponedor de mascarillas, pintor de yuta asesina, baterista de cacerolas, generador de planes antiterroristas, vendedor de vacuna anti covid, panelista de matinal, cogotero de abuelitas son algunos.
Junto con lamentar la baja del interés sexual en la crisis, la propuesta alude a la abundancia de portonazos, nuevos cuentos del tío y estafas variadas que forman parte del actual y raro período de encierro, mientras que la música funciona como columna vertebral y las letras de las canciones, como bisagras que enlazan el conjunto.
Así, la frase “merecemos una oportunidad” de “Sudamérica suda” coincide con una percepción libertaria y de rechazo a la dominación de las grandes empresas internacionales, mientras que “Mote con huesillo” habla de la sencillez del amor en una situación más que cotidiana.
No significa, en todo caso, dejar de valorar los sentimientos personales más íntimos, tal como lo sentencian letras teatralizadas, anfitrionas o invitadas: “Si mañana tú me querrás igual”, “no pasa nada contigo” o “duele cada palabra” con la cuota respectiva de ironía.
O se retorna a la realidad sin demasiado maquillaje cuando intempestivamente incorpora imágenes del mercado fluvial de Valdivia o se ríe de su estudio casero de sonido y música.
Pero, sin duda, “Buscando chilenos” es la canción que contiene el tema de fondo que Sexual Democracia ha desarrollado durante su trayectoria: la identidad nacional y la sorpresa que le produce a Miguel Barriga esa especie de renuncia a la independencia cultural en nuestra sociedad.
Así, en esta abigarrada forma de responder a la crisis de la pandemia y la cuarentena al ritmo del rock, Miguel Barriga, líder de Sexual Democracia, también construye consecuentemente su propio perfil cuando canta “Arquitecto de mi vida soy”.
