El célebre compositor italiano Ennio Morricone, autor de bandas sonoras de películas mundialmente conocidas y ganador de dos Óscars, falleció en Roma este lunes a los 91 años.

Morricone estaba hospitalizado en una clínica de Roma tras haber sufrido una caída en la que se fracturó el fémur.

Ennio Morricone falleció “el 6 de julio reconfortado por la fe”, dijo en un comunicado, el abogado y amigo de la familia Giorgio Assuma, citado por la prensa. Se mantuvo “totalmente lúcido y con una gran dignidad hasta el último momento”, agregó el comunicado.

El prolífico músico compuso unas 500 bandas sonoras, entre ellas melodías únicas, como el silbido de “El bueno, el malo y el feo” (1966) o el magnífico solo de oboe de “La misión” (1986). Tiene el mérito de ser autor de melodías que millones de personas, cinéfilas o no, conocen o saben tararear.

En 2016 recibió su primer Óscar, por la película “The Hateful Eight” (“Los odiosos ocho” o “Los ocho más odiados”), de Quentin Tarantino. En 2007 ya había merecido un Óscar honorífico por su abundante y elogiada carrera musical.

Hace tan solo unos días Morricone fue galardonado, junto al también compositor John Williams, con el premio Princesa de Asturias de las Artes en España.

“Nos acordaremos siempre y con un reconocimiento infinito del genio artístico del maestro Ennio Morricone. Nos hizo soñar, nos ha emocionado y hecho pensar, escribiendo notas inolvidables que quedarán para siempre en la historia de la música y del cine”, publicó en Twitter este lunes , el jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte.

“Adiós, maestro, y gracias por las emociones que nos has regalado”, reaccionó, también en Twitter, Roberto Speranza, ministro italiano de Salud.

Morricone nació el 10 de diciembre de 1928 en Roma y comenzó a componer a los seis años. A los diez, se inscribió en un curso de trompeta de la prestigiosa Academia nacional Santa Cecilia de Roma.

También estudia composición, orquesta y órgano. En 1961, a los 33 años, se estrena en el cine con la música de “Misión ultrasecreta”, de Luciano Salce.

Pero Morricone saltó a la fama en los años 1960 por las bandas sonoras de los exitosos wésterns, como “Por un puñado de dólares” y “El bueno, el feo y el malo”. Su versatilidad le permitió firmar después la música de decenas de películas premiadas, muy diferentes entre ellas, como “La misión” (1986), “Cinema Paradiso” (1988) o “Starman” (“El hombre de las estrellas”, 1995).

“La música de ‘La misión’ nació de una obligación. Tenía que escribir un solo de oboe, se desarrollaba en América del Sur en el siglo XVI y tenía la obligación de respetar el tipo de música de ese periodo. A la vez tenía que escribir una música que representara también a los indios de esa región. Todas esas obligaciones me encadenaban (…) Pero también lograron que saliera algo claro”, recordaba el compositor, en una entrevista con la AFP en 2017.

Además de sus dos Óscar, Morricone también fue premiado con Globos de Oro y Grammy, compuso óperas y canciones para artistas pop, en una dilatada carrera a la que puso broche de oro con una gira mundial de despedida en 2018.

“El hecho de que haya podido componer músicas con total libertad, y tan diversas, ha sido posible no sólo porque contaba con la técnica, sino porque era necesario que yo cambiara cada vez mi traje compositivo. El filme lo requería. Me acomodaba, cada vez resultaba diferente”, explicaba el “Maestro” a la AFP.