Cuatro cuerpos calcinados dentro de un vehículo y tres cadáveres con heridas de bala fueron hallados en los límites de Puebla y Veracuz, en el centro-este de México, informaron este martes autoridades que investigan la probable participación de policías locales en esos crímenes.
Las cuatro personas que yacían en el vehículo quemado fueron vistas por última vez el 23 de abril en Poza Rica, Veracruz, y estaban reportadas como desaparecidas.
Sus familiares aseguran que “fueron interceptadas por un vehículo con características similares a los de la Fuerza Civil de Veracruz”, indica un comunicado de la fiscalía de Puebla, que investiga “versiones” que señalan que los fallecidos estarían vinculados con el cártel Los Zetas.
Una fuente de la fiscalía de Puebla dijo a la AFP bajo anonimato que “no es la primera vez” que familiares de víctimas acusan a policías de Veracruz de los crímenes.
Los otros tres cadáveres, “en avanzado estado de descomposición” y con disparos en la cabeza, se encontraban en cercanas instalaciones de la petrolera estatal Pemex, añadió el comunicado de la fiscalía.
Las autoridades de Puebla alertaron a las de Veracruz “para investigar si existe o no algún vínculo entre ambos temas”, según el parte.
Todos los cuerpos fueron hallados el lunes en el municipio de Venustiano Carranza, Puebla, muy cerca de Veracruz, un estado que tiene fuerte presencia de bandas del crimen organizado.
Veracruz ha estado en el ojo del huracán recientemente por la participación de sus fuerzas de seguridad en diversos crímenes.
Ocho policías del municipio de Papantla fueron detenidos al ser señalados de secuestrar en sus patrullas a tres jóvenes el 19 de marzo pasado.
En Tierra Blanca, otros cinco jóvenes desaparecieron el 11 de enero luego de ser detenidos por policías estatales, que los entregaron a integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación. Luego, los miembros de este grupo criminal los habrían asesinado.
Ocho uniformados y seis presuntos delincuentes han sido detenidos por este caso, que ha sido comparado con el de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, en Guerrero (sur).