El potente sismo de magnitud de 7,8 que sacudió a Ecuador dejó hasta ahora 77 muertos, casi 600 heridos, destrozos considerables y una dolorosa vivencia difícil de borrar en la memoria de los ecuatorianos, que este domingo contemplaban estupefactos la magnitud del desastre.
A la entrada de Portoviejo (oeste), una de las ciudades más afectadas, el escenario era desolador: casas destruidas, un mercado desplomado, postes de luz caídos en las calles y escombros esparcidos por el asfalto, donde muchos vecinos decidieron pasar la noche, todavía conmocionados por el potente temblor, constató la AFP.
“Fue horrible, primera vez que siento un sismo como este, me pareció que duró como un minuto y medio. La casa parecía que se caía. Estoy sorprendida, no me imaginaba que esta ciudad quedara así”, declaró visiblemente afectada Bibi Macontos, un vecina de 57 años.
Con epicentro en la provincia de Manabí (oeste, a 300 kms de Quito) es el terremoto más fuerte desde 1979.
El sismo ocurrió hacia las 19H00 (00H00 GMT) del sábado y tuvo una duración de aproximadamente un minuto. Fue también sentido en el sur de Colombia y en Perú, aunque en ninguno de esos países se reportaron víctimas, de momento.
“Estamos enfrentando una tragedia de magnitud”, señaló el presidente Rafael Correa desde el Vaticano, adonde viajó a participar en un foro sobre desigualdad.
En su oración de Regina Coeli este domingo, el papa pidió por los ecuatorianos.
“Un violento terremoto ha golpeado a Ecuador, causando numerosas víctimas y graves daños. Roguemos por su población. Que la ayuda de Dios y de sus hermanos les dé fuerza y consuelo”, dijo Francisco.
A las 06H00 (11H00 GMT), en un nuevo balance de la tragedia, el vicepresidente Jorge Glas mantuvo la cifra de 77 muertos y 588 heridos, antes de partir desde Quito hacia la zona afectada, que comprende seis provincias entre el suroeste y el noroeste del país: Esmeraldas, Los Ríos, Manabí, Santa Elena, Guayas y Santo Domingo.
Glas informó además que el gobierno ha movilizado a la zona más de 14.000 miembros de las fuerzas de seguridad, 241 “profesionales de la salud” y dos hospitales móviles, entre otros.
“Sabemos que hay ciudadanos debajo de lo escombros que tienen que ser rescatados”, agregó.
El balance anterior había sido de 41 fallecidos.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, expresó la solidaridad de la UE y anunció que se activó el mecanismo de protección civil para ofrecer apoyo.
“Nuestros pensamientos están con las víctimas, sus familiares y amigos y con todos aquellos que se han visto afectados”, dijo Mogherini en un comunicado.
20 veces más que en Japón
David Rothery, profesor de ciencias planetarias en la Open University del Reino Unido, explicó que “el terremoto de Ecuador se produjo en tierra” y que la energía total liberada fue alrededor 20 veces mayor que la del sismo en Japón la madrugada del sábado.
“No existe una relación causal entre los terremotos de Ecuador y Japón. Alrededor de veinte terremotos de magnitud 7 ocurren cada año en el mundo”, señaló el experto.
Hasta la mañana del domingo se han contabilizado 135 réplicas, según el Instituto Geofísico de Ecuador.
El gobierno decretó “el estado de excepción para precautelar el orden público” y descartó un alerta de tsunami, al igual que las autoridades colombianas.
Carlota López, una vecina de Guayaquil, ciudad que también registró daños, estaba en un coche cuando empezó a sentir el fuerte temblor.
“Los cables de la luz se movían muchísimo y me daba miedo que cayesen en el coche, o las farolas. Justo después se fue la luz en la ciudad”, declaró a la AFP por teléfono.
“El coche se balanceaba como si lo estuviese moviendo gente desde fuera con mucha fuerza”, agregó.
El presidente Correa anunció que Ecuador recibirá el apoyo de equipos de rescate de Colombia y México.
El presidente, que regresará a Ecuador este domingo, aseguró que se han activado líneas de crédito de contingencia “por cerca de 600 millones de dólares”