Al cumplirse un año de la llegada de Juan Barros como obispo de Osorno, laicos protestaron y se enfrentaron verbalmente con sacerdote jesuita Tom Gavín, quien los llamó a terminar con el conflicto y a tener misericordia con el cuestionado cura.

Los manifestantes desplegaron un lienzo en el frontis de la catedral San Mateo cuando terminaba la misa liderada por Gavín. Fue así como comenzó un conato verbal, en el que los laicos le enrostraron la división del catolisismo a nivel local.

En conversación con la prensa, Gavín reconoció que nombrar a Barros como obispo de Osorno no fue lo más oportuno, pero enfatizó en que fue una decisión de El Vaticano. De todas formas también comentó que se les pidió apoyar al actual mandamás de la iglesia católica en la ciudad.

Para el sacerdote la solución de este conflicto está en manos de mayor jerarquía, las que deben analizar la situación de Osorno. Sin embargo, insistió en que la molestia contra Juan Barros no puede ser utilizada para interferir en la práctica religiosa de otras personas, por lo que llamó a los laicos a no asistir a la catedral, petición que claramente no fue aceptada por los manifestantes.