El subsecretario de Pesca reiteró que anular la Ley de Pesca sería muy negativo para la industria y que el Gobierno está abierto al debate, ya que esta regulación necesita cambios profundos y urgentes. Además, afirmó que la crisis pesquera se debe a la escasez de recursos por falta de fiscalización y protección.

En pleno proceso parlamentario y en medio de la tramitación de una serie de proyectos emblemáticos del oficialismo -como la Reforma Laboral, la Ley Anticolusión y la Agenda Corta Antidelincuencia- que quedaron en el tintero “hasta marzo”, la discusión de la Ley de Pesca se mantiene en la mesa.

Recordemos que la moción que busca anular esta ley se declaró admisible por la Cámara de Diputados, una decisión que fue en directa contraposición a la visión del Gobierno, que aseguró que de concretarse sería una “acción inconstitucional”.

A pesar del criticado origen de esta ley, el subsecretario de Pesca, Raúl Súnico, aseguró que anularla tendría efectos altamente negativos, ya que se volvería a un régimen donde el más fuerte es el que pesca más y el más débil termina perdiendo.

Sin embargo, aseguró que esta ley sí requiere cambios profundos con urgencia.

La autoridad agregó que además de la fiscalización y las sanciones se requiere regular la actividad de los buzos mariscadores del país, la pesca industrial, las licencias tranzables y los mecanismos de renovación.

El subsecretario de Pesca evitó responder sobre la supuesta responsabilidad que tendría Pablo Longueira -actualmente investigado por cohecho en el Caso Corpesca- en el cuestionado origen de esta ley y aseguró que la crisis que se vive en el sector pesquero tiene que ver con otros factores.

Raúl Súnico sostuvo que existe toda la voluntad para el debate parlamentario sobre esta iniciativa y señaló que es muy posible que a fines de este año existan novedades.