Eliot Paulina Sumner tiene 25 años y es hija del cantante Sting y de la productora Trudie Styler. Siempre ha destacado por su peculiar belleza, sin embargo, desde hace años lucha por hacerse un nombre en el mundo de la música, alejada de la sombra de su padre.
A los 15 años comenzó a escribir canciones y formó la agrupación I Blame Coco, una banda británica con influencias de reggae y pop punk. La banda tuvo tanto éxito que incluso llegó a presentarse en importantes escenarios como el de Glastonbury.
A pesar de los buenos resultados que tuvo en la música, decidió alejarse de la banda por un tiempo. “Digamos que me incluyeron en algo a lo que yo no pertenecía. No me gustó cómo acabó la campaña de promoción de mi primer álbum. Mi mánager me empujaba más y más hacia el mundo de la moda y a ir a “saraos” de mierda. Como no lo disfrutaba, dejé de asistir y rompí con ella. Soy muy hogareña. Prefiero quedarme en casa”, explicó al diario El País.
Hoy la artista de está de vuelta en la escena pública y se prepara para lanzar un nuevo álbum con sonidos más adultos. “Creo que necesitaba más tiempo para crecer. Si no experimentas en esta vida, no tienes nada sobre lo que escribir. Aunque uno se lo invente todo, de alguna manera reflejas experiencias vitales”, detalló.
Nacho Alegre | El País
Eliot -también conocida por su sobrenombre Coco-, batalló desde pequeña con la timidez, y dice que nunca ha disfrutado llamar la atención ni aparecer en los medios por algo que no sea su música. “No me gusta ir a lugares en los que la gente me reconoce, ni que me hagan fotos o que unos desconocidos se pongan a hablar conmigo. Soy muy tímida”, señaló. “(…) quería que me conocieran por mi música, no por mis fotos. He decidido mantenerme en silencio”, agregó.
La cantante, sin embargo, llama la atención donde va debido a sus rasgos rasgos andróginos, por ello asegura que “odia su cara”. A pesar de esto, reconoce que ha aceptado ofertas de importantes diseñadores sólo por una razón: “He desfilado cuatro veces en mi vida. Lo he hecho por dinero”, detalló. “No tengo ni idea de cómo sucedió. Un buen día estaba en las marquesinas y ya está”, sentenció.
“No me agrada que me hagan fotos, me pone muy nerviosa. Tampoco me gusta que me digan qué ropa debo llevar. Pues ha disimulado muy bien durante esta sesión de fotos. Es que te has quedado con el final. Siempre estoy muy contenta cuando me dicen que me van a sacar la última foto”, finalizó. Sumner.
