Rusia dijo este miércoles que todavía está considerando los detalles sobre cómo armar un equipo de la ONU para que investigue recientes ataques con armas químicas en Siria, retrasando una decisión del Consejo de Seguridad de iniciar las pesquisas.

El mes pasado, Rusia -aliada clave del régimen del presidente Bashar al Asad- se unió a los otros 14 miembros del consejo para aprobar la resolución que creó un “mecanismo conjunto de investigación” entre la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, propuso la semana pasada las modalidades concretas de esta misión, que sería confiada a tres expertos, y espera la luz verde del Consejo para designarlos.

La fecha límite era el martes pero Rusia, que acaba de asumir la presidencia del Consejo en septiembre, no respondió.

“Seguimos trabajando en ello”, dijo a periodistas el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin. “Es un tema muy técnico y queremos estar absolutamente seguros”.

Estados Unidos, el Reino Unido y Francia acusan al Ejército sirio de haber realizado ataques con armas químicas, entre ellos varios con gas de cloro. Rusia considera en cambio que no hay pruebas contra su aliado, al que siempre ha intentado proteger en el seno del Consejo.

Los investigadores tendrán que determinar las responsabilidades de los ataques, lo que podría llevar luego al Consejo a adoptar sanciones. Pero para eso sería de todas formas necesaria una nueva resolución que Rusia podría bloquear usando su derecho a veto.