El Ministerio de Salud respaldó las modificaciones a la Ley del Tabaco en el Senado y que llevaron a que una empresa trasnacional anunciara el fin de sus operaciones en Chile, en rechazo a la nueva normativa. En la comisión de Salud de la Cámara de Diputados consideran que la empresa quiere intimidar.
La ministra de Salud Carmen Castillo respaldó la iniciativa que endurece la Ley Antitabaco y que fue aprobada por la Comisión de Salud del Senado.
Esto en medio de la polémica por el anuncio de la empresa British American Tobacco, que confirmó el cierre de sus operaciones en Chile, debido al endurecimiento de la normativa legal sobre el consumo de sus productos.
En ese contexto, la ministra Castillo aseguró que como cartera están trabajando en prevenir que aparezcan nuevos consumidores de tabaco, pues se trata de un producto pernicioso para la salud.
“Nosotros como ministerio, lo que tenemos que hacer es prevenir que existan más personas que consuman tabaco, consumo que para nosotros es pernicioso. Sabemos que las tabacaleras tienen su postura y nosotros tenemos que velar por la salud de las personas”, dijo la secretaria de Estado.
Por su parte, el presidente de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Juan Luis Castro, aseguró que las modificaciones a la ley son razonables, expresando su rechazo a la postura de la compañía tabacalera, que a su juicio instala al debate en un punto de fuerza, marcado por las intimidaciones de la empresa.
“Las modificaciones de la comisión de Salud del Senado son razonables, se pueden mejorar, y creo que no pueden llevar a que haya una intimidación de parte de las compañías tabacaleras que sienten que sus dineros están amenazados“, dijo el diputado.
La normativa, aprobada en el Senado, incluye la duplicación del tamaño de las advertencias en las cajetillas y la prohibición de comercializar cigarrillos con componentes extras, como vainilla o menta.
Esta resolución fue la causante de la decisión de la firma tabacalera de cerrar sus operaciones, lo cual generó inmediatas reacciones de rechazo en agricultores y microempresarios que proveen a la empresa, que es la fabricante de varias marcas de cigarrillos y que acaparan gran parte del mercado nacional.