El naufragio de un barco el domingo frente a las costas de Libia, que dejó centenares de desaparecidos según supervivientes, aumenta la presión sobre la Unión Europea (UE), reunida este lunes en Luxemburgo.
“A las 07H30 (02H30 de Chile), se confirma el balance de 24 muertos y 28 supervivientes”, indicó este lunes la guardia costera italiana, que coordina las operaciones de rescate.
Los cuerpos de las 24 víctimas llegaron este lunes a Malta, pero su número podría aumentar en las próximas horas, dado el número de pasajeros del navío.
Un primer superviviente aseguró a los representantes de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) que había al menos 700 personas a bordo del barco, que se hundió en la madrugada del domingo a unas 700 millas (130 kilómetros) de las costas libias.
La fiscalía de Catania (Sicilia) señaló en la noche del domingo que, según otro superviviente, unas 950 personas viajaban a bordo del barco, entre ellas cerca de 50 niños y 200 mujeres.
Los equipos de rescate italianos no confirmaron ninguna de esas cifras de pasajeros, pero indicaron que la embarcación, de 20 metros de eslora, tenía “capacidad para transportar varios centenares de personas”.
“Cotejar los testimonios”
Cuando lleguen los demás supervivientes a Catania, “cotejaremos los testimonios e intentaremos saber exactamente cuántas personas había a bordo”, aseguró Carlotta Sami, portavoz de Acnur en Italia.
“Lo que está claro es que habrá cientos de víctimas y que muchas de ellas no se encontrarán jamás”, añadió en declaraciones a la televisión italiana.
Ese naufragio, que se suma a los dos que dejaron cerca de 450 desaparecidos en el Mediterráneo la semana pasada, es un nuevo varapalo para la UE, conminada a tomar medidas ante la muerte de migrantes.
El jefe de gobierno italiano, Matteo Renzi, cuyo país afronta esa crisis desde la primera línea, reclamó el domingo una cumbre europea urgente antes del fin de semana.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, decidió incluir esta cuestión en la agenda de la reunión oficial de los ministros de Relaciones Exteriores de la UE que se celebra este lunes en Luxemburgo.
“Con esta nueva tragedia ya es demasiado. La UE ya no tiene excusa, los Estados miembros ya no tienen excusa. Necesitamos una verdadera política migratoria, necesitamos medidas inmediatas”, declaró Mogherini, al llegar a la reunión a la que se unirán por la tarde los ministros del Interior.
A pedido de Italia, el gobierno español impulsará una declaración en el Consejo de Seguridad de la ONU, que preside actualmente, sobre la inmigración.
“El asunto es lo suficientemente serio, grave y global como que sean los órganos competentes de Naciones Unidas los que ataquen el fenómeno que está afectando la paz y la estabilidad en el Mediterráneo”, dijo por su parte el ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo.
Sin competencias
Frente a los ataques de las oenegés y organizaciones humanitarias, la UE intenta defenderse como puede.
“La UE no tiene competencias para el rescate marítimo pero, pese a todo, contribuye a ello con seis barcos”, declaró este lunes Fabrice Legeri, jefe de Frontex, la agencia europea encargada de la vigilancia de las fronteras de la UE.
Por su parte, el director adjunto de la agencia, Gil Arias, planteó la posibilidad de abrir nuevas vías de inmigración legal para las personas que huyen de los conflictos, en la radio española Cadena Ser.
Frontex tomó el relevo de Mare Nostrum, la operación italiana de vigilancia y ayuda a los migrantes, con el programa Tritón. Una decisión muy criticada por las oenegés, que denuncian la falta de medios dedicados a la misión.
Más de 900 migrantes han perdido la vida en lo que va de año en su travesía entre Libia e Italia, sin contar esta nueva tragedia, aseguraron organizaciones humanitarias.
El barco lanzó una señal de alerta en la madrugada del domingo captada por la guardia costera italiana, que avisó a un carguero portugués que estaba en la zona.
A su llegada al lugar, la tripulación vio al barco zozobrar. Entonces las personas del navío en peligro se precipitaron todas hacia un lado y eso pudo haber provocado la catástrofe, dijo la portavoz.
Cada día la guardia costera italiana o los barcos mercantes rescatan una media de entre 500 y 1.000 personas.
Esos migrantes suelen proceder de África subsahariana y de Oriente medio, sobre todo de Siria, e intentan alcanzar Europa cruzando el Mediterráneo en embarcaciones improvisadas o en barcos sobrecargados.