Los cubanos votan este domingo para elegir a sus autoridades municipales, en unos comicios vistos por el gobierno comunista como un acto de “genuina democracia” y en los que dos opositores participan por primera vez como candidatos.
Más de ocho millones de cubanos mayores de 16 años (en una población de 11,1 millones), están convocados a elegir 12.589 concejales entre unos 30.000 candidatos propuestos a mano alzada en asambleas vecinales.
El líder de la revolución Fidel Castro, de 88 años y quien por enfermedad cedió el mando en 2006 a su hermano Raúl, emitió el sufragio en su residencia y lo entregó a autoridades electorales que lo depositaron en una urna ante las cámaras de televisión.
La Comisión Electoral Nacional llamó a defender con esta “acción de genuina democracia” el derecho a “edificar una sociedad más justa, sin injerencias ni tutelas de ningún tipo”, en un comunicado leído por televisión que precedió la apertura de los colegios electorales a las 07:00 locales.
“Es un momento en que todos debemos reafirmar más que nunca (…) ese compromiso con la revolución”, declaró a la prensa la vicepresidenta del Consejo de Estado, Mercedes López Acea, subrayando que la jornada de 11 horas coincide con la conmemoración del 54 aniversario de la “victoria” sobre la invasión mercenaria de Bahía de Cochinos en 1961.
En un hecho inédito, dos opositores, el abogado y periodista independiente Hildebrando Chaviano, de 65 años, y el informático Yuniel López (26), figuran entre los candidatos en dos municipios de La Habana.
“Esto es un mensaje que está recibiendo el gobierno”, aseguró este domingo a la AFP Chaviano, descartando que su postulación y la de López signifique que el gobierno “haya aflojado las tuercas del poder”.
“Sencillamente nos colamos por la rendija que dejaron abierta y esto los ha tomado por sorpresa (…) y no pueden dar marcha atrás”, agregó.
Participación vs abstención
Ambos candidatos opositores se quejan de que en sus biografías, que son mostradas públicamente en los colegios electorales, las autoridades introdujeron que pertenecen a grupúsculos “contrarrevolucionarios”, para persuadir a los electores de que no voten por ellos.
En voto no es obligatorio, pero los simpatizantes del gobierno llaman a todos a participar, mientras que los medios mantienen una intensa campaña convocando a las urnas.
Las autoridades defienden el sistema electoral, establecido en 1976, como el “más democrático y transparente”, pero los disidentes lo descalifican asegurando que si bien el gobernante Partido Comunista (único) no postula candidatos, sí supervisa el proceso y se asegura, con su influencia y el voto de sus militantes y simpatizantes, de que ningún disidente resulte elegido.
La oposición cubana, tildada por el gobierno de “mercenaria” al servicio de Estados Unidos, llama a la abstención, a votar en blanco o a escribir consignas antigubernamentales en las boletas, para que sean anuladas.
Los comicios del domingo, que se celebran cada dos años y medio, son la antesala de las elecciones para las asambleas provinciales y la asamblea nacional (Parlamento), que deben realizarse en 2018.