La compañía administradora de la central nuclear accidentada de Fukushima anunció en la madrugada del lunes que da por perdido un robot-serpiente utilizado por primera vez en la inspección de un reactor.

Tokyo Electric Power (Tepco) inició el viernes la inspección con el robot del interior del reactor número uno, para buscar combustible fundido en el recito del confinamiento.

Este robot de 60 centímetros, que se desplaza como un reptil, iba a tomar medidas en varios lugares del interior del reactor, pero poco después de recorrer una decena de metros, se paró y no ha habido forma de ponerlo en marcha de nuevo pese a los numerosos intentos.

TEPCO

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La compañía ha acabado por anunciar por correo que arrojaba la toalla y abandona el robot en el interior.

Debido a este contratiempo, la segunda fase de la investigación que iba a empezar este lunes con otro robot ha sido aplazada, precisa Tepco en el mismo mensaje.

Era la primera vez que se utilizan robots para este tipo de operaciones.

En el complejo nuclear Fukushima Daichi destrozado por el tsunami del 11 de marzo de 2011, es raro que los trabajos se desarrollen como previsto, lo que tiende a atrasar el calendario del desmantelamiento, que en el mejor de los casos durará treinta años.

La fase más delicada será precisamente la recuperación del corazón de combustible fundido en el interior de los reactores uno a tres.

Tepco confirmó, en el caso de los dos primeros que ha caído al fondo de la cuba, pero ignora hasta dónde ha ido. Las inspecciones con robots son indispensables para tener una idea más clara y medir el alcance de los daños.

El nivel de radiactividad que reina en las entrañas de los reactores impiden cualquier intervención humana.

El robot utilizado ha sido desarrollado por el conglomerado Hitachi con ayuda de Irid, una estructura especial de investigación y desarrollo específico para las intervenciones necesarias en Fukushima Daiichi.