Hasta las dependencias de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales de la Policía de Investigaciones arribó Rolando Jiménez, dirigente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual, con el objetivo de aclarar su participación en la oposición armada a la dictadura militar.

El objetivo es establecer cuál fue el rol en los atentados ocurridos en las décadas del 70 y 80 tras la solicitud realizada por el abogado Raúl Meza al juez Mario Carroza.

Jiménez reconoció en conversación con El Dínamo que, mientras se desempeñaba como dirigente del Partido Comunista en La Pincoya, tuvo participación en el ataque a un colaborador de la Central Nacional de Inteligencia, además del reclutamiento de personas que protagonizaron el ataque al general Augusto Pinochet en septiembre de 1986.

El dirigente arribó acompañado del abogado del Movilh, Alan Spencer, y calificó la diligencia como una “movida política de la Unión Demócrata Independiente y los sectores más pinochetistas que todavían tienen vínculos ideológicos, y que tienen responsabilidades respecto de la dictadura”.

Para Jiménez, la UDI intenta “sacar del mapa de la discusión pública” la crisis que enfrenta por la arista política del Caso Penta, junto con buscar “empatar la violación a los derechos humanos” ocurrida desde 1973.

Adicionalmente, aseguró que el gremialismo operó para “desprestigiar a un dirigente social medianamente conocido que les ha dado mucho trabajo, particularmente en el Congreso, con las leyes que tienen que ver con la igualdad ante la ley para las personas de diversidad sexual”.

Durante las próximas semanas se debe resolver si esta diligencia, donde le mostraron a Rolando Jiménez diversas fotografías de civiles y militares involucrados en atentados, se repetirá ante el magistrado Carroza. En dicho procedimiento, Jiménez aseguró reconocer solo a un militar y al asesinado fundador del gremialismo.

Al momento de presentar la solicitud, el abogado Meza pidió aclarar estos hechos, ya que desde 2013 se investigan los atentados con resultado de muerte perpetrados entre 1970 y 1990.

Por ello, incluso no descartó un eventual careo entre Jiménez y Guillermo Teillier, considerando el rol de este último como jefe militar del PC en ese entonces.