Alejandro Vandenbroele, presunto testaferro del vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, fue detenido el viernes en Mendoza a pedido de la justicia uruguaya, que lo investiga por presunto lavado de activos.

El arresto fue confirmado por Laura Muñoz, exesposa de Vandenbroele, quien reveló a la prensa que efectivos de la Policía Aeroportuaria lo habían detenido cuando llevó a su hija de regreso a la casa de su madre.

Interpol había lanzado una orden de captura internacional y ahora la justicia argentina debe decidir sobre el pedido de extradición.

El pedido de extradición se concretó por la negativa de Vandenbroele de presentarse ante un juzgado penal en Uruguay donde se lo indagaría por una transferencia de bonos superior al medio millón de dólares desde Montevideo a una cuenta asociada a la empresa The Old Found.

La situación judicial de Vanderbroele se complicó también en Argentina este jueves cuando un tribunal de alzada confirmó su procesamiento, junto al de Boudou y otros.

Los procesamientos tuvieron lugar en el marco de la llamada causa “Ciccone”, en la que se investiga la compra de una imprenta de papel moneda que luego fue estatizada.

La División Búsqueda de Personas de Interpol se dirigió primero a los domicilios que facilitó el magistrado uruguayo que llevó a cabo el pedido, pero no lo encontró en ninguno de ellos y, ante los trascendidos de que podría estar en Mendoza, se inició la búsqueda en esa provincia.

En Argentina el pedido del país vecino lo maneja el Juzgado Federal número 8, ante el cual el abogado de Vandenbroele, Germán Soria, planteó este viernes un pedido de eximición de prisión para evitar la detención.

En febrero del año pasado la Justicia uruguaya había pedido la indagatoria de Vandenbroele, pero éste no se presentó. El 28 de agosto pasado la Justicia uruguaya volvió a citarlo a indagatoria y Vandenbroele tampoco se hizo presente.