España y los Emiratos Árabes Unidos anunciaron este sábado la suspensión de las actividades de sus embajadas en la capital de Yemen, Saná, controlada por la milicia chiita de los hutíes.
“Los Emiratos suspendieron las actividades de su embajada en Saná y repatriaron a todos sus diplomáticos”, señaló el ministerio de Relaciones Exteriores emiratí en un comunicado citado por la agencia oficial Wam que explica la decisión por “el deterioro de la situación política y de seguridad” en la capital yemení.
Los Emiratos son el segundo país árabe que adopta esta medida después de Arabia Saudí.
En Madrid, el ministerio de Asuntos Exteriores anunció por su parte que “ante la actual situación de inseguridad e inestabilidad en Saná, ha decidido suspender temporalmente la actividad de la embajada de España ante la República de Yemen”.
“España confía en que las causas que han motivado esta decisión se resuelvan en un breve plazo y su embajada pueda reanudar pronto sus funciones con normalidad”, agrega el texto.
El ministerio agrega en su comunicado que la embajada contactó con todos los miembros de la “reducida comunidad española en Yemen”, y les aconsejó que abandonaran “temporalmente” el país.
Alemania e Italia anunciaron el viernes el cierre temporal de sus embajadas en Yemen, en la estela de Estados Unidos, Francia y Reino Unido que adoptaron medidas similares en días anteriores.
“Asistimos a un hundimiento de Yemen”, advirtió el jueves el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, durante un llamamiento en el Consejo de Seguridad a que la comunidad internacional actúe para evitar que se agrave la situación en el país.
Yemen, un aliado clave de Estados Unidos en el combate contra Al Qaeda, está sumido en el caos desde que los hutíes se hicieron con el control de la capital, Saná, en septiembre, y forzaron la renuncia del gobierno la semana pasada.