En medio del jolgorio por el triunfo de Michelle Bachelet en las últimas elecciones presidenciales, el Banco de Chile informó de la aprobación de un crédito por unos 6.500 millones de pesos a la empresa Exportadora y de Gestión Caval Limitada. La firma es propiedad en un 50% de Natalia Compagnon Soto, quien es la esposa de Sebastián Dávalos Bachelet.

Según informa Qué Pasa, el dinero tenía como propósito financiar la compra de los fundos Santa Elena, San Diego y Santa Cecilia en la comuna de Machalí, en un negocio inmobiliario que prometía jugosas ganancias para la empresa siempre y cuando se aprobara el plan regulador para que esos terrenos pudieran ser ocupados para construir un mall, un hotel y condominios residenciales.

Tras la compra de las 44 hectáreas a la familia Wiesner, representada por el síndico de quiebras Herman Chadwick Larraín y la señora Helga Riffart, los terrenos fueron inscritos a nombre de la empresa que apareció en febrero de 2012, con un capital de apenas $6 millones.

Esto último, complicó de sobremanera la obtención de un crédito bancario, el que sin embargo logró concretar con el Banco de Chile, propiedad del empresario Andrónico Luksic. Y si bien el negocio había permanecido en el ámbito privado, todo salió a la luz pública luego que Caval fuera demandada en los tribunales laborales por un asesor que gestionó el préstamo.

“Las dificultades para la obtención del préstamo radicaban en el hecho de tener Caval Ltda, poco más de un año y medio de vida y un capital de $6 millones y a lo que se sumaba que sus socios tampoco tienen solvencia para el monto del crédito necesario”, indica el texto legal consignado por Qué Pasa.

De esta forma y gracias a la demanda, se conoció de los intentos de la empresa por conseguir el dinero que le permitiera la compra de los terrenos por un precio aproximado de 0,6 UF el m2 y que luego podía ser vendido en 2 UF, con una ganancia proyectada de unos $11.000 millones.

Entre quienes aparecen relacionados en las negociaciones están la nuera de la presidenta Bachelet, y otros altos ejecutivos de la entidad bancaria.

Si bien hay dos versiones acerca de las tratativas para cerrar el préstamo, lo concreto es una carta enviada por el Banco de Chile donde se detalla el crédito bullet -se paga en una cuota- con una tasa de interés fija UF+ 5,33% base anual, y con la hipoteca de los terrenos como garantía. Además, los socios de la empresa, Mauricio Valero y Natalia Compagnon, debieron dejar en prenda propiedades y cuatro lujosos automóviles Lexus.

El conflicto con autoridades locales

Una vez superado el tema del crédito, la “joven” empresa debió enfrentar otro obstáculo que esta vez fue insalvable. Resulta que la gracia del negocio era el cambio en el plano regulador (PRI) para poder vender los terrenos en lotes más pequeños, pero esto finalmente no sucedió.

La razón de la negativa fue que el proyecto del PRI no contemplaba mejoras viales y nuevas carreteras entre Machalí y Rancagua, además de la importante pérdida de terrenos agrícolas.

Tras el rechazo, el nuevo Seremi de Vivienda Wilfredo Valdés llamó a una licitación para elaborar un nuevo Plan Regulador Intercomunal, mientras que la Intendencia de O’Higgins reactivó una mesa de trabajo con autoridades locales del área para conseguir una solución, la que sin embargo no podrá ser ejecuta antes de 2016.

De esta forma, y ante el vencimiento del plazo para pagar el crédito -que ya había sido prorrogado una vez sin mayores trámites- Caval no tuvo otra opción que vender los terrenos para bodegaje mientras se aprueba el PRI.

Finalmente, los predios pasaron a manos de Inmobiliaria Ruta 86 -de propiedad del conocido empresario de la zona, Hugo Silva- por $9.500 millones, dejando a Caval un beneficio de $3.000 millones.