Los primeros bombardeos de cazas canadienses en Irak contra el grupo Estado Islámico (EI) destruyeron artefactos de construcción y un camión que los yihadistas querían usar para inundar un valle, indicó el martes un alto militar canadiense.

El domingo los F-18 canadienses realizaron sus primeros ataques en la región de Faluya, al oeste de Bagdad, lanzando bombas de 250 kilos guiadas por láser, había indicado el ministro canadiense de Defensa, Rob Nicholson.

Esas bombas cayeron sobre cuatro blancos, precisó el martes el teniente general Jonathan Vance durante una conferencia de prensa en Ottawa.

El grupo EI intentaba con ese material abrir una brecha en una represa sobre el Eufrates “para generar una inundación y obligar a huir a la población de la región de Anbar”, explicó.

Esos daños también habrían privado de agua a otras poblaciones, según el oficial canadienses.

Los cazas canadienses se unieron el 30 de octubre a las fuerzas de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos y realizaron ejercicios de reconocimiento antes de lanzar sus primeros ataques el 2 de noviembre.