“Manhattanhenge” es el nombre que los habitantes de Nueva York le dan a un curioso fenómeno que ocurre sólo dos días al año. Éste consiste en que el Sol se alinea perfectamente al atardecer con los edificios de la Gran Manzana, ofreciendo un show lumínico que se observa desde diferentes puntos de la ciudad.
En esta ocasión, el bello espectáculo tuvo lugar durante la tarde del viernes recién pasado.
La denominación de “Manhattanhenge” -acuñada en 2002 por el astrofísico Neil deGrasse Tyson en la revista Hayden Planetarium- proviene de la combinación de las palabras Manhattan y Stonehenge. Recordemos que este último es un monumento megalítico situado al sur de Inglaterra, compuesto por grandes bloques de piedra ordenadas en circunferencias concéntricas.
Mientras en Stonehenge, el sol atraviesa el eje de la construcción durante los solsticios de verano e invierno; en Manhattan, el fenómeno tiene lugar antes y después de los solsticios cuando el astro se alinea con las calles pares que corren de este a oeste.
Entre las mejores avenidas que atraviesa el sol en forma perfecta al atardecer, se encuentran la 14, la 23, la 34 y la 42. Estas dos últimas ofrecen vistas especialmente extraordinarias, debido a la presencia de edificios emblemáticos de Nueva York como el Empire State y el Chrysler.
El fenómeno ya se había registrado el pasado 28 de mayo, cerca del solsticio de invierno, pero al amanecer y con el cielo nublado, por lo que no fue posible apreciarlo con tanta claridad como este fin de semana.