Evidentes síntomas de colapso son los que denunciaron los funcionarios de la unidad de emergencias del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso.
Al respecto señalaron que unos 20 pacientes aguardan por camas, a lo que se suman esperas por atención de hasta 22 horas e incluso adultos en el piso convulsionando en el ingreso y sin capacidad de gestión para trasladarlos a otras redes.
Los trabajadores del recinto, agrupados en la Fenpruss y en la voz de sus dirigentes Leticia Vallejos y Gastón Letelier, señalaron mantenerse a la espera de las decisiones de la dirección del centro y del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio para sumarse a la paralización de acuerdo a las mejoras que se pudieran obtener.
Esta solicitud, señalaron, es para resguardar la salud de los pacientes, además de poder brindar una atención digna y oportuna. El requerimiento actual de camas llega a las 60, mientras que las disponibles son solo 18, por lo que deben dejar a los pacientes críticos hospitalizados en sillas.
Leticia Vallejos, presidenta de la Fenpruss del Hospital Van Buren, replicó el estado de alerta de los enfermeros y paramédicos del recinto, que han debido trasladar hasta los pasillos a los enfermos.
El tesorero de la agrupación de funcionarios y enfermero de la misma unidad, Gastón Letelier, dio cuenta a Radio Bío Bío de la extrema situación que los afecta, por no poder brindar la atención a los enfermos que llegan al recinto, incluso derivados desde los consultorios.
El director del Hospital, Luis Ponce, agregó que estructuralmente no hay posibilidades de aumentar las camas de atención en la posta de urgencias. De ahí que dentro del plan de contingencia se apliquen otras estrategias, entre las que se encuentran en estudio la hospitalización domiciliaria y el aumento de camas en el hospital Eduardo Pereira.
Si bien aún no se han plegado a las movilizaciones de los funcionarios de la salud a nivel nacional, señalaron mantenerse vigilantes ante otros temas que los involucran, como el movimiento “No Más AFP” y el incentivo al retiro de los funcionarios públicos, debido a lo que calificaron como un pésimo sistema de previsión social que existe en Chile.