La Corte Suprema estadounidense postergó nuevamente la ejecución de un condenado a muerte en Misuri, en medio de la controversia suscitada por la reciente agonía de un ejecutado, al enviar este miércoles el caso a una corte de apelaciones.

La decisión ocurre tres semanas después de la atroz agonía vivida por un condenado a muerte en Oklahoma (vecino a Misuri).

En medio de la polémica por la composición farmacológica de las inyecciones, las tres ejecuciones que debían haberse llevado a cabo desde entonces han sido postergadas.

A Russell Bucklew le aguardaba la muerte este miércoles (condenado a muerte en 1996 por asesinar a su rival amoroso y violar a su ex novia), pero una seguidilla de procedimientos legales a última hora del martes consiguió que la Corte Suprema emitiera una suspensión temporal de la ejecución.

La decisión a última hora del miércoles ocurre pocas horas antes de que terminara el plazo de aquella suspensión temporal.

Los abogados de Bucklew argumentaron que el reo sufre de una rara condición médica debido a tumores vasculares en el cuello y que la inyección que le iban a inocular le provocaría enormes sufrimientos antes de morir, lo cual sería anticonstitucional.

También cuestionaron el secreto relacionado con la procedencia de los barbitúricos utilizados en las ejecuciones en Estados Unidos y pidieron que la ejecución se filmara para que el video fuera usado como evidencia de sus padecimientos.

Esta hubiese sido la primera ejecución en Estados Unidos después de la de Clayton Lockett, el 29 de abril en Oklahoma, tras una larga agonía que reavivó la batalla entre partidarios y opositores a la pena capital y provocó fuertes críticas, incluso de la Casa Blanca.

Lockett murió 43 minutos después de que se le inyectara un cóctel letal con fármacos que nunca habían sido puestas a prueba. Habitualmente los condenados mueren 10 minutos después de la inyección.|