Un centenar de chicos jóvenes acudió el viernes en falda al colegio en la ciudad de Nantes (oeste de Francia) para hacer una denuncia simbólica contra el sexismo en una operación avalada por las autoridades educativas que ha levantado polémica.
“A mí me la ha prestado mi hermana”, “a mí mi madre”, explicaron los jóvenes ataviados con faldas azules, moradas, de colores planos o estampadas, con volantes o de tubo.
Esta operación de sensibilización frente a los problemas del sexismo, en la que también participaron un centenar de chicas, lleva como título “Lo que levanta la falda” y se lanzó a iniciativa de los estudiantes y fue aprobada por las autoridades de Nantes.
La iniciativa ha recibido numerosas críticas, especialmente en las redes sociales, de organizaciones que se oponen al matrimonio homosexual, legalizado en Francia desde mayo de 2013, y aquellos que consideran que la diferencia entre sexos es una cuestión biológica y no una construcción social.
Además de invitar a los jóvenes a llevar falda como acto simbólico, la iniciativa pretende crear un espacio de debate entre los jóvenes sobre este tema en los centros de secundaria. Sarah, Ileana, Lea y Anne, todas en falda, discuten en un corro.
“Yo nunca me pongo falda para ir al instituto, la gente te mira y sabes que hablan a tus espaldas…”, reconoce una de ellas. “Nos alegra [de que los chicos se pongan falda] porque son valientes. No les da miedo a hacer el ridículo y eso es admirable”, concluye otra joven.