La muerte de una alumna de 17 años y una golpiza sufrida por una niña de 8 años, entre otros casos de violencia y acoso escolar (bullying), conmovieron a los argentinos este miércoles luego que las autoridades que investigan los casos revelaron detalles.

La joven Naira Cofreces (17) fue muerta a golpes el viernes pasado al salir de una escuela nocturna de Junín, una ciudad rural a 260 Km al noroeste de Buenos Aires, tras ser agredida por una banda que comandaban tres hermanas, una de ellas compañera de la fallecida.

La niña Kiara (8 años) quedó internada este miércoles en la ciudad de Berazategui, en la periferia sur de la capital, con traumatismo de cráneo y otras lesiones, aunque su vida no corre peligro, informó en un comunicado el hospital Evita Pueblo.

“Quiero saber quiénes fueron los agresores”, dijo su padre, quien sólo aceptó identificarse como Juan ante el canal Crónica TV, luego de enterarse por autoridades que un grupo de alumnos de 12 años golpeó a su hija en un recreo.

Otro hecho de violencia se registró en una escuela de la ciudad de Paraná, a 500 Km al noroeste de Buenos Aires, donde dos estudiantes de 13 años, de nivel medio, se liaron el miércoles en una pelea en un parque aledaño, mientras otros compañeros las filmaban, informó el portal comunal Uno.

“Estas cosas pasan acá y en muchas escuelas, lamentablemente. Por lo general los conflictos se originan a través de las redes sociales”, dijo Andrea Aguirre, docente de la institución.

Por el crimen de Cofreces en Junín, la fiscalía acusó por el delito de homicidio calificado a dos de las hermanas involucradas, una de 16 y otra de 22.

La cámara de diputados convirtió en ley en septiembre pasado una iniciativa que busca prevenir los casos de acoso escolar, físico y/o verbal, fenómeno conocido como ‘bullying’, por su nombre en inglés.

Los casos en el ámbito educativo crecieron en Argentina, donde seis de cada diez alumnos reconocen que han hostilizado física o verbalmente a un compañero, según un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Cada vez es más frecuente ver en la televisión escenas de agresiones contra niños y adolescentes que son filmadas con teléfonos móviles y subidas a internet.