A casi un mes del terremoto que afectó al norte del país, la ciudad de Arica se levanta de los desprendimientos que cortaron y dañaron rutas, dejaron casas inhabitables y espantaron el preciado turismo, que año a año se intenta potenciar en esa zona del país.

El estadio Carlos Dittborn continúa siendo el lugar de albergue de 22 familias (de un total de 150), las que se vieron directamente perjudicadas por el movimiento telúrico, tras agravarse los daños estructurales que ya tenían sus casas, por falencias de construcción y por ubicarse en terrenos salinos.

En ese lugar se encuentra temporalmente Deisy Rivera, quien espera en los próximos días, junto a sus hijos y vecinos de carpa, acudir hasta la zona conocida como El Alto, lugar que habilitó el Ministerio de Bienes Nacionales para la construcción de una villa de emergencia con casas prefabricadas.

A su vez, siguen los estudios en el Morro de Arica, que también sufrió de derrumbes, los que dejaron ver fisuras que hoy son analizadas por los expertos.

Por su parte, el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) activó un plan de promoción ante la fuerte baja de los turistas quienes, temerosos, dejaron de visitar la ciudad por las réplicas que se dejaron percibir en el norte del país.

Pero no sólo Arica dejó de recibir visitantes, sino que estos también dejaron de acudir a otras ciudades vecinas como Tacna en Perú, la que tan comúnmente se visita durante fines de semana y festivos.

Te invitamos a conocer el informe de BioBioChile con la situación en Arica post terremoto:

http://youtu.be/NLyLuRed5So