Un ataque contra una base de la ONU en Bor, Sudán del Sur, dejó el jueves al menos 20 muertos entre los civiles refugiados y 70 heridos, dijo la embajadora de Estados Unidos ante el organismo internacional, Samantha Power.

Power condenó con firmeza el “descarado e inhumano ataque contra civiles desarmados”.

La ONU había informado previamente que el ataque en la base de la ciudad de Bor había dejado dos cascos azules y decenas de civiles heridos entre los 5.000 que se refugian allí.

“Se trata de un insulto a la comunidad internacional y una violación de los principios fundamentales sobre la protección de civiles”, afirmó Power.

Estados Unidos “cooperará con sus socios para establecer responsabilidades” y llevar a los culpables ante la justicia, agregó.