La oposición socialista española pidió este viernes la dimisión del jefe de gobierno, el conservador Mariano Rajoy, después que un extesorero de su partido, encarcelado por corrupción, afirmase la víspera que la formación mantuvo durante años una contabilidad paralela en toda España.
“Sería positiva la dimisión de Rajoy”, lanzó Óscar López, número tres del Partido Socialista, principal formación de oposición.
“Ahora sabemos que en el Partido Popular” no había solamente una contabilidad secreta en su sede madrileña, “sino que había más de 50 repartidas por todo el territorio para financiar todas las compañas en todas las provincias y en todas las comunidades autónomas”, aseguró.
El jueves, el extesorero PP Luis Bárcenas, en prisión preventiva por su presunta participación en el “caso Gürtel” –una extensa trama de corrupción que atañe a la derecha española desde 2009– había afirmado ante un juez que la formación tenía una contabilidad secreta en todo el país y que “los secretarios generales y los presidentes lo sabían”.
“La situación de Rajoy y del PP es insostenible, a la vista de la gravedad del asunto Bárcenas, derivado del caso Gürtel y que ahora es el caso del señor Rajoy”, consideró López, anunciando que el PSOE pedirá una comisión de investigación parlamentaria sobre esta financiación.
Según Bárcenas, la campaña electoral de Rajoy en 2004, cuando fue derrotado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, se financió en parte con ese dinero negro.
Este escándalo, surgido del “caso Gürtel”, estalló a comienzos de 2013 cuando el diario conservador El Mundo aseguró que durante años Bárcenas había pagado sobresueldos a dirigentes del PP en dinero negro procedente de donaciones ilegales de empresas con contratos públicos.
Poco después, el izquierdista El País publicó unas anotaciones manuscritas, bautizadas “los papeles de Bárcenas”, que señalaba entre los receptores de dichos fondos al propio Rajoy, quien habría cobrado hasta 25.000 euros anuales entre 1997 y 2008.
Los dirigentes del PP siempre han negado las declaraciones del extesorero y este viernes alguno volvió a acusarle de querer salvar su situacion judicial manchando la imagen del partido.
“Quiere hablar y echar porquería a los demás y eso es, desde mi punto de vista, un error que no vamos a permitir”, afirmó el presidente de la región de La Rioja, en el norte del país, Pedro Sanz.